Los desempleados no son culpables

¡¡Qué se jodan, los desempleados!!. Brillante artículo de Fernando Luengo

«Conociendo (parcialmente, pues tan sólo emerge la punta del iceberg) las retribuciones que se auto asignan los directivos de las grandes corporaciones, las indemnizaciones que reciben cuando abandonan sus cargos (a menudo, tras enriquecerse llevando a sus empresas a una situación financiera límite o directamente a la quiebra), cuando se sabe que las grandes fortunas apenas tributan, cuando se acaba de amnistiar, a cambio de una mínima penalización, a los defraudadores… resulta obsceno y cínico, además de ineficaz, meter la tijera en la prestación por desempleo y pretender mejorar el balance ocupacional a través de este “estímulo”.

Reducir la prestación, en un contexto de desempleo masivo y de desequilibrio en las relaciones de poder, en beneficio del capital, sólo servirá para reducir todavía más los salarios, de los que tienen la suerte de trabajar, reduciendo asimismo la muy limitada capacidad de presión de las organizaciones sindicales. Si no hay suelo o éste se tambalea (porque se recorte el importe de la prestación o se rebaje el salario mínimo), las empresas jugarán, como ya lo están haciendo, la baza de los bajos salarios, perjudicando sobre todo a los colectivos más vulnerables.»

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