Algo de historia, para centrarnos.

Ante la ausencia de POLÍTICA surgen las aventuras políticas

Artículo de Carlos Martínez – Presidente de ATTAC Andalucía.

«En la anterior crisis capitalista, la de 1929, ante el derrumbe de un sistema y la falta de expectativas sociales, también la política -comúnmente entendida- sufrió un gran desgaste. Pero el sistema fue capaz de rehacerse tras experimentar diversas formulas de superación de la gran recesión. Su apuesta final y solución, es conocida, la guerra. En concreto la II Guerra Mundial. Pero antes se probaron diversas soluciones, sobre todo en Europa.
El auge del Fascismo, el Nazismo y el Falangismo, se deben a respuestas nacionales de clases medias asustadas ante su empobrecimiento y el peligro –para ellos y sus ideas conservadoras- del Socialismo y el Movimiento Obrero. Con el apoyo de la gran burguesía y las grandes fortunas europeas, surgieron movimientos de señoritos de las clases medias y medias bajas, violentos y anti-políticos, es decir anti-democráticos pero también, anti-comunistas y anti-sindicalistas.
Con una Europa en Crisis, un aumento exponencial del paro y un movimiento obrero en lucha y organizado, la solución burguesa fue la de combatir por igual al parlamentarismo, los partidos políticos y sobre todo a la clase obrera y sus organizaciones socialistas de diversos tipos y familias. También a los demócratas liberales, que no aceptaron colaborar, pues bastantes acabaron haciéndolo. Constituyendo partidos políticos supuestamente apolíticos y que declaraban ser ni de izquierdas ni de derechas, a pesar de ser ultra-nacionalistas, racistas, autoritarios y/o totalitarios y tradicionalistas, profundamente partidarios de la propiedad privada a pesar de ciertas consignas sociales. Así pues, ni clases, ni política. En realidad, represión social y sindical, muertes y ausencia de libertad.
Esa fue la respuesta de los señoritos aventureros, muchos de ellos arruinados e incluso parados. Surgidos de unas clases medias asustadas y sin rumbo pero también de una pequeña burguesía brutal y reaccionaria, en una Europa que comenzaba a ser decadente, con unos imperios coloniales en peligro. El sistema, también acabó librándose de ellos y rehaciéndose tras una mortífera guerra antifascista, en la que los sectores populares y socialistas o bolcheviques aliados, acabaron siendo tras la contienda adversarios durante la guerra fría. Pero el fascismo había cumplido su objetivo y la clase obrera europea occidental cambió la revolución y el reparto por el pacto social y el bienestar.
El pacto por el estado del bienestar, tregua imprescindible para las burguesías europeas principalmente, pero de Occidente en general, también fue roto por la revolución conservadora de finales de los ochenta del siglo pasado y en esas seguimos.»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


¡IMPORTANTE! Responde a la pregunta: ¿Cuál es el valor de 7 11 ?