INTRODUCCION AL LAICISMO

El próximo martes 2 de octubre, fruto de la colaboración con Valencia Laica y del apoyo de CCOO-PV e INTERSINDICAL Valenciana, comenzamos un nuevo desafío formativo:

INTRODUCCIÓN AL LAICISMO.

Consistirá en
👉 una charla inaugural a cargo de Valencia Laica, y
👉 4 seminarios monográficos sobre aspectos centrales del laicismo.

  • Ateismo, agnosticismo y religión.
  • Estado y política.
  • Educación y religión.
  • Feminismo y religión.

* La entrada es libre previa inscripción hasta completar el aforo (charla, 50 personas; seminarios, 30).
* L@s participantes recibirán por email el material con el que se trabajará en cada seminario.

INSCRIPCIÓN: https://goo.gl/forms/N8ngZdcTwZM1w5ft1

 

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LAO TSE – Tao Te King ( Audio audiolibro mp3 )

“Quien conoce a los demás, es sensato. Quien se conoce a sí mismo, es sabio. Quien vence a otros, es fuerte. Quien se vence a sí mismo, es poderoso. Quien consigue sus propósitos, es voluntarioso. Quien se contenta con lo que tiene, es rico. Quien no abandona su puesto, es perseverante. Quien no muere ni siquiera con la muerte, posee la Vida  [Lao Tse – Tao Te King. 33].

El siguiente enlace corresponde a una grabación en mp3 de la monumental edición de Richard Wilhem (1910) del TAO TE KING de LAO TSE.

[Aunque esta obra es de dominio público-, esta grabación, al igual que las otras de este blog, está destinada exclusivamente a personas con alguna minusvalía o impedimento físico que les impida poder disfrutar de la obra en edición impresa. Por tanto, si no es su caso, no debe acceder a la obra].

Quienes disfrutáis del privilegio inigualable de poder leer, compradla y leedla; quienes no podáis, sentaos a disfrutar y escuchar con atención: estáis una pieza única de la literatura sapiencial, de belleza y profundidad extraordinarias, precedida de un estudio preliminar de tal completud y erudición que por si mismo vale por toda la obra.

Para el estudio preliminar hemos utilizado voz mecánica, pero para el TAO TE KING contamos con la brillante lectura de AUDIOLIBROS AMA.

¡Qué os ayude en el disfrute de la vida!

LINK a los archivos de audio:

LAO TSE – TAO TE KING

Indice de archivos:

  • Titulo
  • Prólogo de 1910
  • Prólogo de 1925
  • Introducción de la edición española
  • TAO TE KING (Voz AMA audiolibros)
  • Comentario: Las enseñanzas de Lao Tse
  • El manantial del bosque de las flores de melocotón
  • Referencias del autor
  • Referencias del traductor
  • Grabados

MARX – La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850 ( audio audiolibro mp3 )

“(…) el incremento de la deuda pública interesaba directamente a la fracción burguesa que gobernaba y legislaba a través de las Cámaras. El déficit del Estado era precisamente el verdadero objeto de sus especulaciones y la fuente principal de su enriquecimiento. Cada año, un nuevo déficit. Cada cuatro o cinco años, un nuevo empréstito. Y cada nuevo empréstito brindaba a la aristocracia financiera una nueva ocasión de estafar a un Estado mantenido artificialmente al borde de la bancarrota; éste no tenía más remedio que contratar con los banqueros en las condiciones más desfavorables. (…) El crédito público (…) descansa en la confianza de que el Estado se deja explotar por los usureros de las finanzas. (…) el crédito privado descansa en la confianza de que la producción burguesa se mantiene intacta e intangible, (…) La emancipación del proletariado es la abolición del crédito burgués, pues significa la abolición de la producción burguesa y de su orden. El crédito público y el crédito privado son el termómetro económico por el que se puede medir la intensidad de una revolución. En la misma medida en que aquellos bajan, suben el calor y la fuerza creadora de la revolución.” [Karl Marx. “Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850”]

El siguiente enlace corresponde a una grabación en mp3 de La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850, de Karl Marx.

[Aunque esta obra es de dominio público-, esta grabación, al igual que las otras de este blog, está destinada exclusivamente a personas con alguna minusvalía o impedimento físico que les impida poder disfrutar de la obra en edición impresa. Por tanto, si no es su caso, no debe acceder a la obra].

Quienes disfrutáis del privilegio inigualable de poder leer, compradla y leedla; quienes no podáis, sentaos a disfrutar y escuchar con atención.

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MARX – LUCHA DE CLASES EN FRANCIA 1848-50

 

HARARI – Sapiens ( audiolibro audio libro mp3 )

El siguiente enlace corresponde a una grabación del libro SAPIENS: de animales a dioses, de Yuval Noah Harari (2015, Debate) con voz mecánica capítulo a capítulo (gran calidad).

Lógicamente, esta obra está sujeta a derechos de autor y traducción, por lo que esta grabación, al igual que las otras de este blog, está destinada exclusivamente a personas con alguna minusvalía o impedimento físico que les impida poder disfrutar de la obra en edición impresa. [Por tanto, si no es su caso, no debe acceder a la obra].

Quienes disfrutáis del privilegio inigualable de poder leer, por favor, compradla y leedla; y quienes no podáis, sus únicos destinatarios, sentaos y escuchad con admiración: estáis ante una obra notable que de forma clara y amena coloca al lector/oyente ante el fenómeno de lo humano en su conjunto, desde sus orígenes al presente, incluyendo las promesas y amenazas que acechan el futuro.

Es un magnífico complemento para la lectura de La Antropología General de Marvin Harris. ¡Disfrutadlo!

Presentación en Youtube de las tesis del libro: https://www.youtube.com/watch?v=YZa4sdIwV04

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HARARI – SAPIENS

Si detectáis cualquier inconveniente, por favor hacédmelo saber.

LEVI-STRAUSS – TRISTES TRÓPICOS ( audio audiolibro mp3 )

El siguiente enlace corresponde a una grabación de TRISTES TRÓPICOS, de Claude Levi-Strauss realizada sobre la traducción de Noelia Bastard, y prólogo de Manuel Delgado (Barna: 2006, Paidós) con voz mecánica capítulo a capítulo (gran calidad).

Esta grabación, al igual que las otras de este blog, está destinada exclusivamente a personas con alguna minusvalía o impedimento físico que les impida poder disfrutar de la obra en edición impresa. [Por tanto, si no es su caso, no debe acceder a la obra].

Quienes disfrutáis del privilegio inigualable de poder leer, compradla y leedla; quienes no podáis, sentaos y escuchad con admiración: estáis ante una obra mayúscula, tanto desde el punto de vista antropológico, humanístico o filosófico. Síntesis de la experiencia de campo de su autor y resumen filosófico de una época que termina, muestra en toda su crudeza la tragedia y el conflicto civilizatorio entre una diversidad cultural en retirada y el capitalismo globalizado que comienza. Lección imperecedera de inteligencia, política y humanidad, que sirva de testimonio, motivo de reflexión y espanto para las generaciones por venir.

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LEVI-STRAUSS – TRISTES TRÓPICOS.

Si detectáis cualquier inconveniente, por favor hacédmelo saber.

 


Introducción al pensamiento de Claude Levi-Strauss:

JOHNSON, Ch – Dilapidación irremediable. La filosofía de la historia de Lévi-Strauss.

«Porque a la juventud el puesto cede / la vejez ahuyentada, y es preciso / que unos seres con otros se separen; / ninguna cosa cae en el abismo, / ni en el Tártaro negro: es necesario / que esta generación propague otra: / muy pronto pasarán amontonados, / y en pos de ti caminarán: los seres / desaparecerán ahora existentes, / como aquéllos que hubiesen precedido» .

Se podría decir que estas líneas de Lucrecio, de las que está sacado el epígrafe a Tristes Trópicos resumen la actitud de Lévi-Strauss ante la historia. En su poema filosófico sobre la naturaleza del universo, Lucrecio habla de un mundo en perpetuo cambio y movimiento. Según su idea de la física, los átomos caen, viran, colisionan y se amalgaman para constituir los objetos del mundo fenoménico, que a su vez existen, persisten y finalmente se desintegran volviendo a formar parte de la infi- nita catarata de los átomos. En el universo de Lucrecio la existencia y la experiencia humana son ambas relativas -epifenómenos del mundo físico- y transitorias (como el mundo físico). Además, la tendencia esen cial de los asuntos humanos, como la de los átomos, es declinante: el mundo está en decadencia y la historia humana participa en una especie de decaimiento universal .

La cita del verso de Lucrecio al principio de Tristes Trópicos nos alerta de la actitud filosófica que vertebra el texto. Por un lado, desde una pers pectiva macrohistórica, hay un reconocimiento de la naturaleza efímera de las construcciones humanas, de la perpetua cristalización y disolu ción de las civilizaciones; por otro, la interpretación de la historia de Lévi-Strauss, como la de Lucrecio, es catastrófica; esto es -leyendo etimo lógicamente el término griego-, considera los sucesos históricos como una especie de caída perpetua. Lo que viene después es siempre una imagen inferior de lo que lo precedió: la auténtica grandeza, nos dice Lévi-Strauss en Tristes Trópicos, es la de los comienzos . El desarrollo histórico está así sometido a una especie de entropía: la diversidad de culturas presentada en Raza e Historia como componente esencial de la supervivencia de la especie humana, queda reducida en Tristes Trópicos a una «monocultura» global . Este es el significado de la palabra tristes en el título del libro: la sensación melancólica de mortalidad, dispersión y desaparición de las culturas, la pérdida de diversidad cultural.

Grandes virajes

Si el pensamiento de Lévi-Strauss sobre la historia consistiera única mente en esta variación sobre el tema lucreciano de lo efímero y lo decadente, tendría poco interés; pero hay otro aspecto de su filosofía de la historia -y creo que se trata, efectivamente, de una especie de filoso fía-, y es que ve el proceso histórico no solo como declive y deterioro, sino también como una serie de grandes virajes. Para él, la historia ha realizado un mal viraje, o más bien varios, en distintas formas y en diversos lugares. En cada uno de esos momentos, en cada bifurcación -y aunque en algunos aspectos el desarrollo histórico pueda representar un progreso- se le ha robado algo esencial a la humanidad, de manera que en el momento en que escribe Lévi-Strauss, a mediados del siglo xx, todo parece andar torcido. El propósito de este estudio será localizar los virajes históricos cuyo efecto acumulativo ha sido generar el actual estado de cosas -para Lévi-Strauss, la patología esencial de la civilización moderna- e investigar esa filosofía de la historia, intentando situarla en la antropología de Lévi-Strauss. A efectos de análisis, señalaré tres tipos de virajes históricos articulados que aparecen en su obra.

El primer tipo se refiere a la ciencia, el progreso científico, y más exac tamente a la tecno-ciencia. Ahí, la primera etapa significativa señalada por Lévi-Strauss se sitúa, no en la historia escrita, sino en la prehistoria humana, en lo que los arqueólogos han llamado la «revolución neolí tica». Lévi-Strauss insiste en ello en varias ocasiones: los avances de la era neolítica representan el capital científico y tecnológico sobre el que se ha construido el edificio de la civilización mundial contemporánea. A este respecto, las revoluciones científica e industrial occidental o euro pea son relativamente menos significativas en comparación con el gran salto adelante representado por el Neolítico. Pero desde la perspectiva de la interpretación catastrófica de la historia, el viraje decisivo se pro dujo después del Neolítico. Según Lévi-Strauss, los avances y logros de la era Neolítica -agricultura, domesticación de animales, alfarería- eran suficientes: satisfacían las necesidades básicas de la humanidad. Las sociedades a pequeña escala son los análogos contemporáneos de la civi lización del neolítico: la etapa intermedia, señalada por Rousseau en su Segundo Discurso, entre el estado de naturaleza y el estado de sociedad .

Una tecnología no incluida en esa representación de la prehistoria es la escritura, que no era necesaria ni para la supervivencia ni para la felici dad de la humanidad del Neolítico. Como dice Lévi-Strauss en otro lugar, la carencia de escritura -o más bien, el estado de preescritura- no era ni un defecto ni una privación . Como señala en relación con este tema en Tristes Trópicos, lo que la escritura da con una mano, lo quita con la otra. En el ámbito puramente intelectual, su contribución es incontestable, al permitir la liberación y extensión de una memoria humana que antes había estado condenada a la finitud. En el ámbito sociológico y político, empero, ese avance tiene un coste. La escritura puso a la humanidad en la vía hacia la capitalización del conocimiento y la abstracción cientí fica; pero también permitió la formación de grandes Estados, altamente centralizados y jerarquizados, y aseguró su perpetuación. La escritura también trajo el distanciamiento del yo, la alienación del individuo. Era ciertamente necesaria para lo que Lévi-Strauss considera el siguiente gran paso en la historia de la humanidad, «la expansión de la ciencia durante los siglos xix y xx»; pero «aunque era una condición necesaria, no basta para explicar esa expansión». La presencia de la escritura como una tecnología estratégica no impedía al conocimiento humano «fluc tuar más de lo que crecía» entre la Revolución neolítica y el siglo xviii . Más tarde, en El Hombre Desnudo, leemos que «la condición humana sufrió un cambio mayor entre el siglo xviii y el siglo xx que entre el período neolítico y los tiempos modernos» .

La historia de la ciencia y la tecnología que proponía Lévi-Strauss deja sin duda mucho que desear. Entre otras cosas, podríamos cuestionar el diag nóstico de un estancamiento relativo de las sociedades occidentales entre el Neolítico y las eras modernas; la periodización apresurada y bastante vaga que limita la modernidad occidental a los dos últimos siglos; final mente, el papel ambivalente -a la vez necesario y superfluo- atribuido a la escritura en esa historia . Sin embargo, más allá de esas debilidades en la argumentación, el objetivo estratégico de Lévi-Strauss está claro: la intención primordial de su historia de la ciencia y la tecnología es relativizar los logros del mundo moderno. Este proyecto es evidente en Raza e Historia: frente al dominio de la «civilización mecánica», con la flagrante desigualdad inserta en la diversidad de las culturas humanas, Lévi-Strauss insiste en la necesidad de explicar que la actual hegemonía de la civilización occidental es de hecho el resultado de una «combina ción» o «coalición» de culturas, y sobre todo de recordar la deuda que tiene esa civilización con la prehistoria neolítica. Es entonces necesario mostrar en qué medida el actual estado del mundo es efectivamente arbi trario y particular. En primer lugar, la combinación original que produjo la revolución científica e industrial podría muy bien no haberse dado. Según la analogía explícita de Lévi-Strauss -el juego de la ruleta- la histo ria de la humanidad estaba «en juego» en aquel momento decisivo. Fue sobre la base del salto cualitativo de aquella revolución como se produjo el crecimiento exponencial de la civilización mecánica, un crecimiento cuyos efectos parecen ser negativos en todas partes. Lévi-Strauss subraya categóricamente la precariedad de esos saltos tecnológicos aislados: «Dos veces en su historia, con un intervalo de aproximadamente 10.000 años, la humanidad ha acumulado un gran número de invenciones que apun tan en la misma dirección. Ese proceso ha ocurrido hasta ahora dos veces y solo dos en la historia de la humanidad» .

El segundo tipo de viraje en la macrohistoria de Lévi-Strauss es de natu raleza ideológica: el papel de las representaciones religiosas. En su obra, Lévi-Strauss tiene relativamente poco que decir sobre el cristianismo y menos aún sobre el judaísmo, pero está claro que atribuye al primero un papel determinante en la evolución de la mente occidental que está lejos de ser inocente: la concepción cristiana del universo es responsable de una especie de represión de la naturaleza. En Le Totémisme aujourd’hui [París, puf, 1962] somete la categoría del tótem a una crítica rigurosa, denunciando sus diversas interpretaciones como otras tantas construc ciones o proyecciones del pensamiento occidental, de la que forma parte integral la religión cristiana, como insiste Lévi-Strauss en las páginas iniciales del libro: «El totemismo es en primer lugar la proyección, hacia fuera de nuestro universo y como por una especie de exorcismo, de acti tudes mentales incompatibles con la exigencia de discontinuidad entre el hombre y la naturaleza que el pensamiento cristiano suponía esencial» . A diferencia del «pensamiento salvaje», para el que no existe una sepa ración fundamental entre naturaleza y cultura, el pensamiento cristiano privilegia la relación de la humanidad con lo sobrenatural, o con Dios, en detrimento de su relación con el mundo natural. Esta discontinuidad entre naturaleza y humanidad se refleja en una instrumentalización que deja de ver lo sobrenatural en lo natural. Históricamente, el pensamiento y la religión cristianos introdujeron así a la civilización occidental en una vía que va directamente a la monocultura de la civilización mecánica, que niega la naturaleza a fin de estampar su propio sello sobre el mundo.

En Tristes Trópicos el cristianismo vuelve a aparecer en un gran viraje histórico, ahora en relación con otra religión monoteísta, el islam . De no haber sido por la intervención histórica de esa religión «mascu lina», argumenta Lévi-Strauss, el cristianismo habría podido establecer un diálogo con las grandes religiones de Oriente, en particular el budismo, lo que habría cambiado el curso de la historia. En cambio, el acontecimiento histórico constituido por el islam «cortó en dos un mundo más civilizado». La violencia mimética de las guerras religiosas entre esos dos monoteísmos llevó al cristianismo a parecerse al islam, aun oponiéndosele. Fue debido a ese conflicto ideológico por lo que Occidente «perdió la oportunidad de seguir siendo femenino» .

Examinando el tercer tipo de viraje histórico en el pensamiento de Lévi Strauss, el del desarrollo de la filosofía, queda claro en qué medida categorías diferenciadas hasta ese momento -científica, ideológica, filosófica- se solapan y coinciden, y qué difícil es desenmarañarlas. Lévi-Strauss aísla dos importantes virajes en la historia de la filosofía, siendo el primero el famoso «milagro griego» de los siglos v y iv antes de nuestra era, y el segundo la filosofía cartesiana del siglo xvii. En la conclusión de De la miel a las cenizas Lévi-Strauss aborda el cuestio namiento por la filosofía griega del pensamiento mítico, que a su vez preparó el camino para la revolución científica, como un acontecimiento singular -en ambos sentidos de la palabra, único y extraño- en la historia del pensamiento humano:

Pues si los mitos procedentes de las culturas más atrasadas del Nuevo Mundo nos llevan hasta aquel umbral decisivo de la conciencia humana que marca, entre nosotros, el acceso a la filosofía y luego a la ciencia, mien tras que entre los pueblos salvajes no parece haber sucedido nada similar, deberíamos concluir, vista tal diferencia, que el tránsito no era necesario, ni más ni menos aquí que allá, y que estados del pensamiento encapsulados unos en otros no se suceden espontáneamente ni por efecto de una causa lidad ineluctable .

Lo más interesante aquí es que, al igual que la sinergia cultural, tratada en Raza e Historia, que produjo la revolución científica e industrial, el avance griego es considerado contingente y no necesario; más exacta mente, su necesidad es únicamente la de la contingencia; como prueba podemos aducir el ejemplo del pensamiento salvaje que no ha cruzado ese «umbral decisivo». Lévi-Strauss insiste en la unicidad de ese viraje, una idea que ya hemos encontrado antes: la revolución neolítica y la revolución científica e industrial tuvieron lugar únicamente una vez. De forma parecida, la revolución intelectual representada por el paso del pensamiento mítico al pensamiento filosófico fue singular en el sentido de que ninguna otra cultura realizó esa transición. Leyendo a Lévi- Strauss, uno podría incluso pensar que fue improbable, anormal, una especie de anomalía histórica . Lévi-Strauss regresó al tema una década después en un debate con Marc Augé y Maurice Godelier, publicado en L’Homme, insistiendo una vez más en la unicidad y contingencia del milagro griego, y en la imposibilidad de inferir ninguna ley de desarrollo histórico a partir de ese acontecimiento único:

Cuando un fenómeno solo ha sucedido una vez en la historia y en un único lugar de la tierra, no creo que sea posible descubrir sus leyes, y por esa razón tomé el ejemplo del nacimiento del pensamiento griego, porque es un fenómeno único y me parece ser la mejor ilustración que se pueda dar de esa contingencia, aunque podamos tratar de entenderla […] Podemos entender post facto, pero no podemos descubrir una ley, esto es, no pode mos estar seguros de que, siendo las condiciones las mismas, ocurriría de nuevo lo mismo en otro lugar .

Las reticencias de Lévi-Strauss, su rechazo del determinismo histórico, expresaban por supuesto su resistencia frente al marxismo ambiental de la época. El pensamiento marxista no vacilaba en invocar leyes de evo lución histórica que podían aplicarse a toda la humanidad. Desde esta perspectiva, la historia económica y política de Occidente se convertiría en la del mundo entero; a este respecto, la historia de la humanidad era convergente. Lévi-Strauss cuestionó el etnocentrismo y eurocentrismo de esa narrativa teleológica de la conciencia humana en su famosa crí tica de Sartre y los historiadores en El pensamiento salvaje. Si ya en Raza e Historia relativizaba los logros de la civilización científica e industrial subrayando su sustrato neolítico, en El pensamiento salvaje relativiza el propio discurso histórico, cuestionando el fetiche de Sartre y los «hom bres de izquierda»: la Revolución Francesa.

No es que Lévi-Strauss niegue la importancia de la Revolución como hecho histórico; se podría decir, anticipándonos un poco, que su con tingencia es irreducible. Sin embargo, multiplicando las posiciones y perspectivas referidas a ese acontecimiento supuestamente fundacional, cabría concluir que la «verdad» histórica de la Revolución es puramente relativa. Desde esa perspectiva también se podría decir que la propia Revolución no existió, o que existe solo como mito en las mentes de quienes la invocan. De un modo similar, Lévi-Strauss mantiene que la historia de los historiadores está basada en un sistema de clasifica ción, una codificación cronológica que atribuye significado a conjuntos o clases de fechas históricas, en la que cada una de ellas cobra signifi cado únicamente en relación con otras fechas de la misma clase, y en la que las propias clases forman conjuntos discontinuos e irreducibles . Corriendo el riesgo de un anacronismo, podríamos decir así que Lévi- Strauss «deconstruye» la categoría de la historia como una narración objetiva del pasado. La reducción del discurso histórico al estatus de mito o código equivale a situarla al mismo nivel que las representaciones colectivas de las sociedades tradicionales; constituye un descentramiento del pensamiento histórico occidental.

El segundo viraje en la historia de la filosofía, la revolución cartesiana, que para Lévi-Strauss constituye el umbral filosófico de la ciencia moderna, es tratado en un capítulo dedicado a Rousseau en el segundo volumen de la Antropología Estructural. Ese capítulo es ostensiblemente un panegírico de Rousseau como fundador de las ciencias humanas y en particular de la antropología ; pero sirve también de pretexto para una crítica de la filosofía contemporánea cuyos principios se remontan a Descartes. El cogito cartesiano, que se limita a las intuiciones de la experiencia individual, se desplaza imperceptiblemente desde las impre siones del sujeto hasta la extensión del mundo exterior, dejando fuera la instancia intermedia: las relaciones humanas y sociales. Esa filoso fía en primera persona es de hecho el fundamento de la ciencia física moderna, concede Lévi-Strauss, pero ha tenido como consecuencia la reducción de la naturaleza a extensión de la materia y la obliteración del dominio humano, social y cultural. Para Lévi-Strauss, el humanismo filosófico practicado a partir de Descartes queda truncado en la medida en que sitúa al sujeto humano por encima de cualquier otra forma de vida o de ser. La inhumanidad sin precedentes del siglo xx, su historia catastrófica, sus atrocidades, fueron las desgraciadas consecuencias de ese humanismo narcisista .

En resumen: la filosofía de la historia de Lévi-Strauss equivale clara mente a una especie de historia del pensamiento humano. Tiene que ver con la evolución intelectual de la humanidad, con la historia de las mentalidades, representaciones y prácticas. En esa perspectiva de lon gue durée de la historia queda poco espacio para la historia política, lo que Braudel llamaba la historia de los acontecimientos. Lévi-Strauss comienza a narrar esa historia «profunda», que es una especie de comple mento diacrónico del análisis estructural -el estudio sincrónico de la mente humana- en la «Introducción a la obra de Marcel Mauss», en la que se refiere al acontecimiento fundacional sin el que no habría habido humanidad propiamente dicha: la aparición del lenguaje, un aconteci miento que fue -una vez más- único, y sobre cuya base un mundo hasta entonces carente de significado se hizo de repente significativo . Desde la «invención» del lenguaje hasta las innovaciones del Neolítico, la tra yectoria de la humanidad es, cabría decir, de ascenso. El Neolítico hizo posible un dominio creciente sobre el entorno, pero ese dominio tenía sus límites, y no garantizaba a los seres humanos el poder de transfor mar la naturaleza a su voluntad . Durante el periodo Neolítico hubo pues en su opinión cierto equilibrio entre naturaleza y humanidad, natu raleza y cultura. La humanidad neolítica, como las exóticas sociedades contemporáneas estudiadas por los etnólogos, carecía de escritura; hasta después del Neolítico no se produjo esa segunda revolución lingüística, y es a partir de ese momento cuando la lectura de la historia de Lévi Strauss se hace catastrófica. A diferencia de la narrativa positivista del progreso de la mente humana, Lévi-Strauss nos presenta una historia caracterizada por una serie de virajes negativos, cuya negatividad ni siquiera una lectura dialéctica podría aliviar. En su visión macrohistórica de amplio espectro, los elementos de tal serie se combinan y acumu lan para producir el mundo tal como es en la segunda mitad del siglo xx. Así, en el capítulo 4 de Tristes Trópicos, Lévi-Strauss lamenta que «se hayan malgastado veinte mil años de historia» (la cursiva es mía), y que una «civilización proliferante y sobreexcitada haya trastornado para siempre el silencio de los océanos» .

Historia virtual

Sin embargo, y pese a las apariencias, no deberíamos apresurarnos a concluir que la suya sea una visión de la historia esencialmente pesimista y ni siquiera quietista. En la obra de Lévi-Strauss hay efectivamente una fuerte nostalgia por lo que se ha perdido y cierta resignación con respecto a la historia; distanciamiento y desapego que son característicos de la filosofía de Lucrecio y que dan el tono fun damental a Tristes Trópicos . Pero hay también un aspecto optimista, positivo e incluso activo del pensamiento de Lévi-Strauss sobre la histo ria, y es lo que se podría llamar su aspecto «leibniziano», su práctica de lo que yo denominaría historia virtual. Aunque Lévi-Strauss acepta y se somete a lo que llama la «irreducible contingencia de la historia» , que se podría traducir como «la necesidad retrospectiva de la historia» -no se puede ir hacia atrás-, sigue siendo virtual en el sentido de que cada uno de sus virajes es también una bifurcación: la historia de la huma nidad podría haber seguido otro camino. Esto es lo que se deduce del párrafo de De la miel a las cenizas citado anteriormente: el actual dominio del pensamiento científico moderno no es en modo alguno necesario, al menos esencialmente; no es nada más que un producto de la contingen cia histórica. Lévi-Strauss concluye el libro como sigue:

Afirmando sus pretensiones tan resueltamente como lo ha hecho en este libro, el análisis estructural no recusa, por lo tanto, la historia. Muy al contrario, le concede un puesto de primer plano: el que corresponde por derecho a la contingencia irreducible, sin la cual ni siquiera podría con cebirse la necesidad. Pues, por mucho que más acá de la diversidad aparente de las sociedades humanas pretenda el análisis estructu ral remontarse a propiedades fundamentales y comunes, renuncia a explicar, no por cierto las diferencias particulares, que sabe justificar especificando en cada contexto etnográfico las leyes de invariancia que presiden su engendramiento, sino que estas diferencias virtualmente dadas a título de componibles no queden todas manifestadas por la experiencia y que solamente algunas hayan alcanzado la actualidad. Para ser viable, una indagación del todo enderezada hacia las estructuras comienza por incli narse ante la potencia y la inanidad del acontecimiento .

Cito por entero este último pasaje del segundo volumen de las Mitológicas porque creo que dice simplemente lo que dice, pero también mucho más. Por un lado, la conclusión de Lévi-Strauss constituye una decla ración de fe y una exposición del método estructuralista. Comenzando especialmente con El pensamiento salvaje, el «estructuralismo» se vio cada vez más confrontado con la acusación de quienes -marxistas, filó sofos e historiadores- lo veían como un desafío a la historia, una especie de antihistoricismo. La conclusión de De la miel a las cenizas, escrita en 1965, puede verse así como una réplica a los detractores del estructu ralismo, una defensa acendrada de su enfoque. El análisis estructural no rechaza la historia, sino que por el contrario acepta sus hechos con tingentes, limitándose a clarificar las leyes estructurales que producen diferentes formaciones sociales y culturales, en lugar de tratar de descu brir el «porqué» de su existencia. Se parece un poco a Darwin cuando, en El origen de las especies, mostraba el mecanismo de la selección natural pero no daba una explicación de esta o aquella característica contingente de la anatomía animal. Como atestigua el título The Blind Watchmaker (1986) de Richard Dawkins, la propia evolución es ciega y arbitraria; no hay una ley general de la evolución. Sin embargo, en la afirmación dada por Lévi-Strauss de la ceguera fundamental de la historia hay algo así como un juicio de valor, que habla no solo del poder sino también de la inanidad del acontecimiento. En su vocabulario explícitamente leibniziano, por detrás o más bien por delante de la actualización finita encontrada en la diversidad de los hábitos humanos, está la «componi bilidad» de las diferencias virtuales, de las que solo unas pocas han sido realizadas . Podríamos decir que la evaluación por Lévi-Strauss de la inanidad del acontecimiento es aplicable no solo a los casos particula res de las formaciones sociales y culturales que son objeto del análisis estructural, sino también, al nivel de la macrohistoria, al giro catastró fico realizado por la historia en general. El hecho gigantesco del actual estado del mundo no es el resultado de ésta o aquélla ley del desarrollo histórico, sino que simplemente es. Lo interesante a este respecto es que, aunque esa historia sea materialmente irreversible -irrevocable-, existe la posibilidad, al menos en el ámbito de la representación colectiva, de cierta recuperación.

Persistencia del mito

De hecho, un rasgo invariante de la historia catastrófica de Lévi-Strauss es que en cada viraje, cada bifurcación, se aprecia la sombra de una his- toria alternativa, el fantasma de lo que nunca ha existido pero podría haber existido. La historia que hemos vivido no es en absoluto ineluc table; su necesidad se da únicamente a posteriori. Se dirá que eso no cambia nada; el hecho de una virtualidad histórica -el pretérito condi- cional perfecto «podría haber sido»- no afecta a la irreductibilidad de la historia que heredamos. Pero la cuestión se hace más compleja cuando recordamos que Lévi-Strauss se interesa sobre todo por el pensamiento de la experiencia humana: sus estructuras, pero también la historia de la mente humana. Para él, lo que está en cuestión en el juego de la historia, en sus virajes decisivos, también incluye las representaciones colecti vas . El acontecimiento tiene lugar y se convierte en necesidad; pero las actitudes, mentalidades, visiones del mundo -en resumen, todo lo que contribuye a la memoria colectiva a largo plazo- permanece; uti lizando el lenguaje psicoanalítico, lo que ha sido «reprimido» en la creación histórica de las representaciones colectivas puede subsistir en estado latente, virtual. En este sentido, al menos, podría haber cierta reversibilidad del proceso histórico, como argumenta Lévi-Strauss en El hombre desnudo:

[…] pues la segunda ley de la termodinámica no se aplica al campo de las operaciones míticas: los procesos son reversibles y la información que vehi culan no se degrada; sencillamente pasa al estado latente. Pero nunca deja de ser recuperable, y al análisis estructural le atañe, más allá del desorden aparente de los fenómenos, restaurar aquel orden subyacente .

Según la segunda ley de la termodinámica, cada sistema cerrado tiende a un estado de máxima entropía, esto es, se da una continua degradación de la energía y un aumento, con el tiempo, del desorden del sistema. El tiempo es un factor esencial ahí, en cuanto que el proceso entrópico es irreversible: la flecha del tiempo se desplaza únicamente en una direc ción, y no vuelve. En el siglo xx esa noción de entropía se extendió al terreno de la información: cada mensaje transmitido puede verse afec tado por ruidos e interferencias perturbadoras, de forma que siempre se da una degradación de la información. Cuando ésta está codificada en un mito, sugiere Lévi-Strauss, la entropía cambia de signo: el mito es, podríamos decir, neguentrópico [sintrópico] en la medida en que se resiste a la abrasión del tiempo; el código -o más bien la sobrecodifi cación del código- asegura la preservación de la información con el tiempo. El papel y la tarea del análisis estructural consisten en recuperar esa información .

Ésa es pues la esperanza de la historia virtual de Lévi-Strauss: en todas las etapas decisivas de su historia de la mente humana trasluce una historia alternativa. Así, mientras que la visión del mundo instrumen talista que ha aislado progresivamente a la humanidad de la naturaleza -encarnada en el pensamiento cristiano o más tarde en la filosofía car tesiana- ha sido determinante en el despliegue de la historia humana, eso no oblitera el «pensamiento salvaje» que la precedió y que vemos hoy en sociedades estudiadas por los etnólogos, sino que todavía habita en nosotros como una posibilidad. En la historia de la propia sociedad occidental, el ejemplo de Rousseau se contrapone al humanismo antro pocéntrico de Descartes, ofreciendo un humanismo alternativo en el que el aspecto primordial de la compasión, la identificación empática con lo que no somos nosotros mismos, gobierna nuestras relaciones con los demás y con el mundo . Una vez más, aunque el juego de los monoteísmos (cristianismo, islam) pueda habernos legado un mundo fracturado -un mundo «masculinizado», para emplear la metáfora de Lévi-Strauss-, la unión virtual entre cristianismo y budismo con la que él soñaba podría inspirar el futuro de la humanidad. Finalmente, aun que el «milagro griego» y la revolución científica e industrial de la era moderna fueran efectivamente etapas esenciales en el «progreso» de la humanidad occidental, esa historia no es universal. La «resistencia» de sociedades sin escritura a nuestro tipo de historicidad , el hecho de que no hayan cruzado el umbral crucial que abrió la vía al pensamiento científico en Occidente, no las reduce a simples curiosidades históri cas, meros vestigios de un pasado desvanecido para siempre. Por el contrario, tales actitudes y prácticas contienen lecciones para nuestro futuro colectivo.

Un humanismo estructuralista

Existe pues una estructura simple y bien definida en el pensamiento de Lévi-Strauss sobre la historia, especialmente en la exposición y la con clusión de Raza e Historia y de Tristes Trópicos. Su primer momento es el reconocimiento de la irreversibilidad del proceso histórico: la referencia en Raza e Historia a la homogeneización del mundo como horizonte ineluctable de la interacción de las culturas; en Tristes Trópicos a la disipación y diseminación de las culturas tradicionales, frente a la proli feración de la monocultura occidental. Ese primer momento ofrece una sensación de pesimismo, de impotencia frente a la implacabilidad del proceso histórico, su inanidad esencial. Como escribió Lévi-Strauss en Tristes Trópicos sobre el fallido encuentro entre cristianismo y budismo: «La evolución racional es inversa a la de la historia» . Pero la ceguera de la historia, su irracionalidad, no impide a la humanidad extraer las posibilidades que ofrece. Ése es el significado, creo, de las codas bastante optimistas de Raza e Historia y Tristes Trópicos. Esto nos lleva al segundo momento, que se encuentra en la conclusión de Raza e Historia: «Así pues, debemos alentar las potencialidades secretas que la historia mantiene en reserva […] la diversidad de las culturas humanas está detrás de nosotros, a nuestro alrededor y ante nosotros» . Tales afirmaciones recuerdan el vocabulario leibniziano del final de De la miel a las cenizas; aquí se trata de hecho de una cuestión de componibilidad, de virtualidad y contingen cia. En la última parte de Tristes Trópicos , «El Regreso», encontramos la misma configuración, esta vez acompañada de una cita de Rousseau:

Si los seres humanos siempre se han empeñado en una sola tarea -la de crear una sociedad en la que merezca la pena vivir-, las fuerzas que ins- piraron a nuestros lejanos antepasados aún están presentes en nosotros. Nada está perdido; todo puede alterarse todavía. Lo que se hizo, pero resultó equivocado, puede rehacerse de nuevo. «La edad de oro que una supersti ción ciega había ubicado detrás [o delante] de nosotros, está en nosotros» .

En Tristes Trópicos, como en Raza e Historia, la configuración leibni ziana se ve acoplada con otra referencia, quizá menos explícita, a Marcel Mauss, quien en su famoso Ensayo sobre el don [Essai sur le don. Forme et raison de l’échange dans les sociétés archaïques (1925) 2007], ofreció no solo un análisis del fenómeno del don simbólico en sociedades llamadas «arcaicas», sino también un estudio de la supervivencia de esa práctica en el pasado de las sociedades industriales y capitalistas modernas que le permitió, en las conclusiones del Ensayo, mencionar viejas prácticas que subsisten entre nosotros en estado latente; una recuperación del espíritu de generosidad y reciprocidad que es, por decirlo así, el fundamento de cualquier sociedad auténticamente humana. Como su maestro Mauss, pero a otro nivel, lo que Lévi-Strauss propone es, por lo tanto, una inter vención inteligente en el desarrollo histórico, o por volver a la analogía del darwinismo, una especie de selección artificial de los rasgos culturales más adecuados para asegurar la supervivencia de la especie humana. Debería insistirse a este respecto en que no trata de dar marcha atrás al reloj de la evolución, como tampoco lo pretendía Rousseau; eso sería una ficción imposible, una fábula irrealizable. Lo que busca por el con trario, en cierto sentido, es obliterar el tiempo: para él, los mitos son realmente «máquinas para suprimir el tiempo» . Si el curso de la his toria ha ido en contra del desarrollo racional, lo que deberíamos hacer es tomarlo en nuestras manos y desviarlo en una dirección mejor. Pese a sus lamentaciones sobre la pérdida de la diversidad y la fugacidad de las culturas, en ese sentido el pensamiento de Lévi-Strauss está riguro samente orientado hacia el futuro de la historia humana.

Ésa es la dimensión activa del estructuralismo, lo que equivale a decir que la concepción de Lévi-Strauss de la misión de la antropología no es simplemente la de un suplemento ideológico a la ciencia humana de la antropología social, sino que está en el propio núcleo de la con cepción estructuralista. Lo que propone al final de Raza e Historia y de nuevo, tres o cuatro años después, al final de Tristes Trópicos, es una antropología estructural como intermediario para las virtualidades de la historia mundial, tal como se manifiestan en sociedades remotas. El pensamiento salvaje no es una etapa anterior o inferior de la mente humana, como bien muestra Lévi-Strauss; tampoco es simplemente otro modo de razonamiento humano; eso significaría detenerse en una lectura puramente relativista de El pensamiento salvaje. En su resistencia frente a la historia y su estrecha articulación entre naturaleza y cultura, el pensamiento salvaje es parte integral de las lecciones de la antropolo gía tal como las formula Lévi-Strauss; es un componente esencial de lo que la antropología, como ciencia humana, tiene que enseñarnos. Uno puede cuestionarse e impugnar el diagnóstico de Lévi-Strauss sobre la decadencia de la historia y su explicación al respecto, así como su optimista prescripción de un humanismo renovado por el pensamiento salvaje; pero habría que reconocer al menos la coherencia de un proyecto en el que convergen estructuralismo y humanismo.

Taller de ingeniería y topografía romana.

XIII JORNADAS DE CULTURA CLASICA

(Puente Genil, del 21 al 23-4-17)

Ejercicio transversal a varias áreas de conocimiento de ESO y BACHILLERATO, práctico, lúdico y participativo donde se explican de forma sencilla los problemas principales de la ingeniería romana, y sus soluciones sencillas y prácticas, finalizando con una propuesta de trabajo de campo, consistente en un levantamiento topográfico aplicando los conocimientos y herramientas disponibles en el mundo romano.

Objetivos:

  • Hacer que el estudiante de ESO y Bachillerato, utilizando los conocimientos adquiridos en clase (geología, física, química, tecnología, matemáticas, historia y cultura clásica), tome conciencia de las poderosas herramientas de cálculo y solución de problemas con que cuenta, sin necesidad de recurrir a la tecnología moderna.
  • Trabajar en equipo resolviendo problemas prácticos.
  • Estimular la exigencia de rigor en el ejercicio por medio del juego, compitiendo entre equipos en la búsqueda de la mayor precisión.

Enlaces: Programa de las jornadas, Unidad Didáctica (UD y recursos bibliográficos), presentación (PPT y PDF) y fotos de la actividad ( https://drive.google.com/drive/folders/0B93DkYR2Nfa8OUx1YVg4TlhzaFE?usp=sharing )

VIDEO DE LA ACTIVIDAD (Fragmentos): https://youtu.be/yFy6VyP-WN8

Lenin: revolución, socialismo y cooperativismo.

Artículos de Lenin publicados en Pravda el 4 y 6 de enero de 1923, sobre la revolución, la NEP y el socialismo, en los que señala al cooperativismo (y la imperiosa necesidad de su desarrollo y apoyo estatal) -una vez consolidado el poder político en manos del proletariado- como la base para un nuevo y definitivo impulso revolucionario. Para la reflexión, brillante y sin desperdicio.
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SOBRE LA COOPERACIÓN

I

Me parece que no prestamos atención suficiente a la cooperación. Es poco probable que todos comprendan que ahora, a partir de la Revolución de Octubre e independientemente de la Nep (por el contrario, en este sentido habría que decir: precisamente gracias a la Nep), la cooperación adquiere en nuestro país una importancia verdaderamente extraordinaria. En los sueños de los viejos cooperadores hay mucha fantasía. A menudo resultan cómicos por lo fantásticos. Pero ¿en qué consiste su carácter fantástico? En que la gente no comprende la importancia fundamental, esencial, de la lucha política de la clase obrera por derrocar el dominio de los explotadores. Ahora es ya un hecho ese derrocamiento, y mucho de lo que parecía fantástico, incluso romántico y hasta trivial en los sueños de los viejos cooperadores, se convierte en una realidad sin artificios.

En efecto, siendo la clase obrera dueña del poder del Estado y perteneciendo a este poder estatal todos los medios de producción, en realidad sólo nos queda la tarea de organizar a la población en cooperativas. Consiguiendo la máxima organización de la población en cooperativas, llega por sí mismo a su objetivo aquel socialismo que antes despertaba burlas justificadas, sonrisas y una actitud de desprecio por parte de quienes estaban convencidos, y con razón, de la necesidad de la lucha de clases, de la lucha por el poder político, etc. Ahora bien, no todos los camaradas se dan cuenta de la importancia gigantesca e inconmensurable que adquiere ahora para nosotros la organización cooperativa en Rusia. Con la Nep hicimos una concesión al campesino en su calidad de comerciante, una concesión al principio del comercio privado; precisamente de ello emana (al contrario de lo que algunos creen) la gigantesca importancia de la cooperación. En el fondo, todo lo que necesitamos es organizar en cooperativas a la población rusa en un grado suficientemente amplio y profundo, durante la dominación de la Nep, pues ahora hemos encontrado el grado de conjugación de los intereses privados, de los intereses comerciales privados, los métodos de su comprobación y control por el Estado, el grado de su subordinación a los intereses generales, lo que antes constituyó el escollo para muchos socialistas. En efecto, todos los grandes medios de producción en poder del Estado y el poder del Estado en manos del proletariado; la alianza de este proletariado con millones y millones de pequeños y muy pequeños campesinos; el asegurar la dirección de los campesinos por el proletariado, etc., ¿acaso no es esto todo lo que se necesita para edificar la sociedad socialista completa partiendo de la cooperación, y nada más que de la cooperación, a la que antes motejábamos de mercantilista y que ahora, bajo la Nep, merece también, en cierto modo, el mismo trato; acaso no es esto todo lo imprescindible para edificar la sociedad socialista completa? Eso no es todavía la edificación de la sociedad socialista, pero sí todo lo imprescindible y lo suficiente para esta edificación.

Pues bien, esta circunstancia es subestimada por muchos de nuestros militantes dedicados al trabajo práctico. Entre nosotros se siente menosprecio por la cooperación, sin comprender la excepcional importancia que tiene, en primer lugar, desde el punto de vista de los principios (la propiedad sobre los «medios de producción en manos del Estado); en segundo lugar, desde el punto de vista del paso a un nuevo orden de cosas por el camino más sencillo, fácil y accesible para el campesino.

Y en esto, una vez más reside lo esencial. Una cosa es fantasear sobre toda clase de asociaciones obreras para la construcción del socialismo y otra es aprender en la práctica a construir ese socialismo, de tal modo que cada pequeño campesino pueda colaborar en esa construcción. A ese peldaño hemos llegado ahora. Y es indudable que, una vez alcanzado, lo hemos aprovechado muy poco.

Al pasar a la Nep nos hemos excedido, no en el sentido de haber dedicado demasiado lugar al principio de la industria y del comercio libres, sino nos hemos excedido, al pasar a la Nep, en el sentido de que nos hemos olvidado de la cooperación, no la estimamos ahora lo suficiente y hemos comenzado ya a olvidar su gigantesca importancia en los dos aspectos de su significación arriba indicados.

Me propongo ahora conversar con el lector sobre lo que puede y debe hacerse prácticamente ahora mismo, partiendo de ese principio «cooperativista». ¿Con qué recursos se puede y se debe comenzar a desarrollar hoy ese principio «cooperativo» de tal modo que para todos y cada uno sea evidente su significado socialista?

Es necesario organizar políticamente la cooperación de suerte que no sólo disfrute en todos los casos de ciertas ventajas, sino que éstas sean de índole puramente material (el tipo de interés bancario, etc.). Es necesario conceder a la cooperación créditos del Estado que superen aunque sea un poco a los concedidos a las empresas privadas, elevándolos incluso hasta el nivel de los créditos destinados a la industria pesada, etc.

Todo régimen social surge exclusivamente con el apoyo financiero de una clase determinada. Huelga recordar los centenares y centenares de millones de rublos que costó el nacimiento del «libre» capitalismo. Ahora debemos comprender, para obrar en consecuencia, que el régimen social al que en el presente debemos prestar un apoyo extraordinario es el régimen cooperativo. Pero hay que apoyarlo en el verdadero sentido de la palabra, es decir, no basta con entender por tal apoyo la ayuda prestada a cualquier intercambio cooperativo, sino que por tal apoyo hay que entender el prestado a un intercambio cooperativo en el que participen efectivamente verdaderas masas de la población. Concederle una prima al campesino que participe en el intercambio cooperativo es, sin duda, una forma acertada, pero, al mismo tiempo, hace falta comprobar esa participación hasta qué grado es consciente y valiosa; en esto radica la clave de la cuestión. Cuando un cooperador llega a una aldea y organiza allí una tienda cooperativa, la población, hablando estrictamente, no participa en ello para nada, pero, al mismo tiempo y guiada por su propio interés, se apresurará a intentar participar en ello.

Esta cuestión tiene también otro aspecto. Nos queda muy poco por hacer, desde el punto de vista de un europeo «civilizado» (ante todo, que sepa leer y escribir), para que la población entera participe, y no de una manera pasiva, sino activa, en las operaciones de las cooperativas. Propiamente hablando nos queda «sólo» una cosa: elevar a nuestra población a tal grado de «civilización», que comprenda todas las ventajas de la participación de todos en las cooperativas, y que organice esta participación. «Sólo» eso. No necesitamos ahora ninguna otra clase de sabiduría para pasar al socialismo. Mas para realizar ese «sólo», es necesaria toda una revolución, toda una etapa de desarrollo cultural de la masa del pueblo. Por lo mismo, nuestra norma debe ser: la menor cantidad posible de elucubraciones y la menor cantidad de artificios. En este sentido la Nep representa ya un progreso, pues se adapta al nivel del campesino más corriente y no le exige nada superior. Mas para lograr, por medio de la Nep, que tome parte en las cooperativas el conjunto de la población, se necesita toda una época histórica. Esta época podemos recorrerla, en el mejor de los casos, en uno o dos decenios. Pero será una época histórica especial, y sin pasar por esta época histórica, sin lograr que todos sepan leer y escribir, sin un grado suficiente de comprensión, sin acostumbrar en grado suficiente a la población a la lectura de libros y sin una base material para ello, sin ciertas garantías, digamos, contra las malas cosechas, contra el hambre, etc., sin eso no podemos alcanzar nuestro objetivo. Toda la cuestión reside ahora en saber combinar ese impulso revolucionario, ese entusiasmo revolucionario, que ya hemos revelado con suficiente amplitud y lo hemos coronado con el éxito completo, en saber combinarlo con la capacidad de ser (aquí estoy casi dispuesto a decirlo) un mercader inteligente instruido, lo que basta en absoluto para ser un buen cooperador. Por capacidad para ser un mercader, entiendo el saber ser un mercader culto. Que lo recuerden bien los rusos o simplemente los campesinos, quienes creen que puesto que comercian, ya saben ser comerciantes. Esto es completamente equivocado. Comercian, pero de eso a saber ser un comerciante culto hay mucha distancia. Ahora comercian al estilo asiático, mientras que para saber ser comerciante se debe comerciar al estilo europeo. Y de esto los separa toda una época.

Termino hay que conceder una serie de privilegios económicos, financieros y bancarios a la cooperación; en esto debe consistir el apoyo prestado por nuestro Estado socialista al nuevo principio de organización de la población. Pero con ello el problema sólo está planteado en líneas generales, puesto que aún queda indeterminado y sin puntualizar detalladamente el aspecto práctico del problema, es decir, hay que saber encontrar la forma de las «primas» (y las condiciones para su entrega) que concederemos por el trabajo realizado en pro de la cooperación, la forma de las primas que nos permita prestar una ayuda suficiente a las cooperativas, la forma de las «primas» que nos permita preparar cooperadores cultos. Ahora bien, cuando los medios de producción pertenecen a la sociedad, cuando es un hecho el triunfo de clase del proletariado sobre la burguesía, el régimen de los cooperadores cultos es el régimen socialista.

4 de enero de 1923.

II

Siempre que he escrito algo acerca de la nueva política económica, he citado mi artículo de 1918 sobre el capitalismo de Estado269. Esto, en más de una ocasión, despertó dudas entre algunos camaradas jóvenes. Pero sus dudas giraban sobre todo en torno a cuestiones políticas abstractas.

Creían que no se debía calificar de capitalismo de Estado a un régimen en el que los medios de producción pertenecen a la clase obrera y en el que ésta es dueña del poder estatal. Sin embargo, no se daban cuenta de que yo utilizaba el calificativo de «capitalismo de Estado», en primer lugar, para establecer el enlace histórico de nuestra posición actual con la posición ocupada en mi polémica dirigida contra los llamados comunistas de izquierda; y también demostré ya entonces que el capitalismo de Estado sería superior a nuestra economía de hoy; lo importante para mí era establecer la continuidad entre el habitual capitalismo de Estado y aquel extraordinario, incluso plenamente extraordinario, capitalismo de Estado, al que me referí al introducir al lector en la nueva política económica. En segundo lugar, para mí siempre fue de gran importancia el objetivo práctico. Y el objetivo práctico de nuestra nueva política económica consistía en la obtención de concesiones; concesiones que, sin duda alguna, en nuestras condiciones, serían ya un tipo puro de capitalismo de Estado. He aquí en qué aspecto trataba yo la cuestión del capitalismo de Estado.

Pero existe además otro aspecto de la cuestión, por el cual podríamos necesitar el capitalismo de Estado o, por lo menos, trazar un paralelo con éste. Se trata de la cooperación.

Es indudable que la cooperación, en las condiciones del Estado capitalista, representa una institución capitalista colectiva. Tampoco hay duda de que en las condiciones de nuestra actual realidad económica, cuando unimos las empresas capitalistas privadas -pero no de otro modo que sobre la base de la tierra socializada y bajo el control del poder del Estado, perteneciente a la clase obrera- con las empresas de tipo consecuentemente socialista (cuando tanto los medios de producción como el suelo en que se halla enclavada la empresa y toda ella en su conjunto pertenecen al Estado), surge la cuestión de un tercer tipo de empresas, que anteriormente no eran independientes desde el punto de vista de su importancia de principios, a saber: las empresas cooperativas. En el capitalismo privado, las empresas cooperativas se diferencian de las empresas capitalistas, como las empresas colectivas se diferencian de las privadas. En el capitalismo de Estado, las empresas cooperativas se diferencian de las empresas capitalistas de Estado, en primer lugar, en que son empresas privadas y, en segundo lugar, en que son empresas colectivas. Bajo nuestro régimen actual, las empresas cooperativas se diferencian de las empresas capitalistas privadas por ser empresas colectivas, pero no se diferencian de las empresas socialistas, siempre y cuando que se basen en una tierra y empleen unos medios de producción pertenecientes al Estado, es decir, a la clase obrera.

Esta circunstancia no la tomamos suficientemente en cuenta cuando discutimos sobre la cooperación. Se olvida que la cooperación adquiere en nuestro país, debido a la peculiaridad de nuestro régimen político, una importancia verdaderamente excepcional. Si dejamos a un lado las concesiones, que, por cierto, no han alcanzado en nuestro país un desarrollo importante, bajo nuestras condiciones, a cada paso, la cooperación coincide plenamente con el socialismo.

Explicaré mi idea: ¿En qué consiste el carácter fantástico de los planes de los viejos cooperativistas, comenzando por Roberto Owen? En que soñaban con la transformación pacífica de la sociedad de entonces mediante el socialismo, sin tener en cuenta cuestiones tan fundamentales como la lucha de clases, la conquista del poder político por la clase obrera, el derrocamiento de la dominación de la clase de los explotadores. Y por eso, tenemos razón al considerar ese socialismo «cooperativista» como una pura fantasía, algo romántico y hasta trivial por sus sueños de transformar, mediante el simple agrupamiento de la población en cooperativas, a los enemigos de clase en colaboradores de clase, y la guerra de clases en paz de clases (la llamada paz civil).

Indudablemente, desde el punto de vista de nuestro planteamiento de la tarea fundamental en la actualidad, nosotros teníamos razón, ya que sin la lucha de clases por el poder político del Estado el socialismo no puede ser realizado.

Pero fijaos cómo ha cambiado ahora la cuestión, una vez que el poder del Estado se halla en manos de la clase obrera, una vez que el poder político de los explotadores ha sido derrocado y todos los medios de producción (excepto aquellos que el Estado obrero, voluntaria y bajo de determinadas condiciones, da por cierto tiempo en concesión a los explotadores) están en manos de la clase obrera.

Ahora tenemos el derecho de afirmar que para nosotros, el simple desarrollo de la cooperación, se identifica (salvo la «pequeña» excepción indicada más arriba) con el desarrollo del socialismo, y al mismo tiempo nos vemos obligados a reconocer el cambio radical producido en todo nuestro punto de vista sobre el socialismo. Ese cambio radical consiste en que antes poníamos y debíamos poner el centro de gravedad en la lucha política, en la revolución, en la conquista del poder, etc. Mientras que ahora el centro de gravedad cambia hasta desplazarse hacia la labor pacífica de organización «cultural». Y estoy dispuesto a decir que el centro de gravedad se trasladaría en nuestro país a la obra de cultura, si no fuera por las relaciones internacionales, si no fuera a causa de tener que luchar por nuestras posiciones en escala internacional. Pero si dejamos esa cuestión a un lado y nos limitamos a nuestras relaciones económicas interiores, en realidad, el centro de gravedad del trabajo se reduce hoy a la obra cultural.

Ante nosotros se plantean dos tareas principales, que representan toda una época. Una es la tarea de rehacer nuestro aparato, que ahora no sirve para nada en absoluto y que tomamos íntegramente de la época anterior; no hemos conseguido rehacerlo seriamente en cinco años de lucha y no podíamos conseguirlo. La segunda de nuestras tareas consiste en nuestra labor cultural entre los campesinos. Y esta labor cultural entre los campesinos persigue precisamente como objetivo económico la organización de cooperativas. Si pudiéramos organizar en las cooperativas a toda la población, ya estaríamos con ambos pies en el suelo socialista. Pero esta condición, la de organizar a toda la población en cooperativas, lleva aparejada en sí tal grado de cultura de los campesinos (precisamente de los campesinos, como de una inmensa masa), que esa completa cooperación es imposible sin toda una revolución cultural.

Nuestros adversarios nos han dicho más de una vez que emprendemos una obra descabellada al implantar el socialismo en un país de insuficiente cultura. Pero se equivocaron al afirmar que comenzamos no en el orden en que se debía según la teoría (de toda clase de pedantes), y que en nuestro país la revolución política y social precedió a la revolución cultural, a esa revolución cultural ante la cual, a pesar de todo, nos encontramos ahora.

Hoy nos es suficiente esta revolución cultural para llegar a convertirnos en un país completamente socialista, pero esa revolución cultural presenta increíbles dificultades para nosotros, tanto en el aspecto puramente cultural (pues somos analfabetos) como en el aspecto material (pues para ser cultos es necesario un cierto desarrollo de los medios materiales de producción, se precisa cierta base material).

6 de enero de 1923.

Publicado por primera vez los días 26 y 27 de mayo de 1923 en Pravda, núms. 115 y 116. Firmado: N. Lenin. Lenin. Obras, 5a ed. en ruso, t. 45, págs 369- 377.  Archivo digitalizado disponible en Lenin. Obras 3-3 Progreso, Moscu, 1961, pags. 414-17: https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe3/lenin-obras-3-3.pdf )

Bertrand Russell – Los problemas de la filosofía (audio libro audiolibro mp3 )

 Del valor de la filosofía.

“Muchos hombres, bajo la influencia de la ciencia o de los asuntos prácticos, se inclinan a dudar si la filosofía es algo mejor que inocentes mas inútiles fruslerías (…) Esta visión de la filosofía aparenta ser el resultado en parte de una concepción errónea de la vida

(…) Si no queremos fallar en nuestro intento para determinar el valor de la filosofía, deberemos primero liberar nuestras mentes de los prejuicios de los que erróneamente llamamos hombres “prácticos”. El hombre “práctico”, con el significado con que normalmente se utiliza para esta palabra, es el que sólo reconoce las necesidades materiales, el que entiende que los hombres deben tener alimento para el cuerpo, pero que descuida la necesidad del alimento para la mente. Si todos los hombres estuvieran desarrollados, si la pobreza y la enfermedad estuvieran reducidas al punto más bajo posible, aún habría mucho que hacer para producir una sociedad valiosa; e inclusive en el mundo actual los bienes para la mente son al menos tan importantes como los bienes para el cuerpo. Es exclusivamente entre los bienes para la mente en donde el valor de la filosofía será encontrado; y sólo aquellos que no sean indiferentes a estos bienes pueden ser persuadidos de que el estudio de la filosofía no es una pérdida de tiempo. 

La filosofía, como cualquier otra materia, apunta principalmente al conocimiento. El conocimiento al que apunta es el tipo de conocimiento que unifica y sistematiza al cuerpo de las ciencias, y del tipo que resulta desde un examen crítico de las bases de nuestras convicciones, prejuicios y creencias. Mas no se puede sostener que la filosofía en cualquier medida haya tenido éxito en sus intentos para dar respuestas definitivas a sus preguntas. Si usted le pregunta a un matemático, a un geólogo, a un historiador, o a cualquier otro hombre de ciencia, qué cuerpo definitivo de verdades ha sido logrado por su ciencia, su respuesta será tan larga como usted esté dispuesto a escuchar. Pero si le hace la misma pregunta a un filósofo, él deberá, si es inocente, confesarle que su estudio no ha producido resultados positivos tal como han sido alcanzados por otras ciencias. Es verdad que debe ser tomado en cuenta el hecho que, tan pronto como un conocimiento definitivo con respecto a cualquier tema se hace posible, este sujeto cesa de ser llamado filosofía y se hace una ciencia en sí. El estudio del cosmos, que ahora le pertenece a la astronomía, fue alguna vez parte de la filosofía; la obra maestra de Newton se llamó “Los principios matemáticos de la filosofía natural”. Igualmente, el estudio de la mente humana, que era parte de la filosofía, ha sido separada de la filosofía y se ha convertido en la ciencia de la psicología. De esta forma, en su mayoría, la incertidumbre filosófica es más aparente que real: aquellas preguntas que son capaces de ofrecer respuestas definitivas son consideradas ciencias, mientras que aquellas de las que, en el presente, no se tiene una respuesta definitiva permanecen en lo que llamamos filosofía.

Esto es, sin embargo, sólo una parte de la verdad con respecto a la incertidumbre de la filosofía. Hay muchas preguntas – y entre ellas las que son del más profundo interés para nuestra vida espiritual – que, tan lejos como podemos ver, deben permanecer sin solución al intelecto humano a menos que su potencial se convierta en algo totalmente distinto de lo que es ahora. ¿Tiene el universo algún plan unificador o propósito, o es tan sólo una fortuita interacción de sus átomos? ¿Es la conciencia una parte permanente del universo, dando esperanza al crecimiento indefinido de la sabiduría, o es sólo un accidente transitorio dado en un pequeño planeta en el que la vida algún día será imposible? ¿Son el bien y el mal de importancia para el universo o sólo para los hombres? Son estas preguntas  (del tipo que) las que se hace la filosofía, y sus respuestas son de tal variedad como diversidad de filósofos hay. Mas parece ser que, independientemente de si las respuestas a estas preguntas son capaces de ser descubiertas o no, las respuestas sugeridas por la filosofía no pueden ser demostradas como verdaderas. Aunque, a pesar de que la esperanza sea escasa para poder descubrir una respuesta, es parte del asunto de la filosofía continuar con el estudio de tales preguntas, para hacernos conscientes de su importancia, para examinar todas las aproximaciones a ellas, y para mantener con vida el interés especulativo en el universo, que es capaz de ser destruido por nuestro confinamiento al conocimiento cierto y definitivo.

(…) El valor de la filosofía deberá ser buscado, de hecho, mayormente en su propia incertidumbre. El hombre que no posea ni siquiera un nimio conocimiento de la filosofía transita a través de la vida encarcelado en los prejuicios derivados del sentido común, en las creencias habituales de su tiempo o de su patria, y en las convicciones que se han desarrollado en su mente sin la cooperación o consentimiento de su deliberada razón. Para tal hombre el mundo tiende a hacerse definitivo, finito, obvio; los objetos comunes no le producen dudas, y las posibilidades extrañas son rechazadas con desdén. Tan pronto cuando empezamos a filosofar, encontramos que inclusive las cosas más comunes nos llevan a los problemas de los que sólo se pueden dar respuestas incompletas. La filosofía, a pesar de no ser capaz de decirnos con certidumbre cuál es la respuesta correcta a las dudas que plantea, es capaz de sugerir muchas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y los libera de la tiranía de lo común. Así, mientras que nuestro sentimiento de certidumbre con respecto a lo que las cosas son se ve disminuido, incrementa de forma importante nuestro conocimiento de lo que pudieran ser; remueve ese dogmatismo algo arrogante de aquellos que nunca han viaja- do a la región de la duda liberadora, y mantiene con vida nuestra capacidad de asombro por medio de mostrarnos el aspecto extraño que las cosas familiares tienen.

Aparte de su utilidad para mostrarnos posibilidades impensadas, la filosofía tiene el valor – tal vez el más importante y precisamente por la grandeza de los objetos que contempla – de liberarnos de las metas angostas y personales que resulta de esta contemplación. La vida del hombre instintivo está encerrada en el círculo de sus intereses privados: familia y amistades se pueden incluir, pero el mundo exterior no es tomado en cuenta a menos que ayude o estorbe lo que esté dentro del círculo de los deseos instintivos. En tal vida hay algo febril y confinado en comparación con la vida filosófica, que es calma y libre. El mundo privado de los intereses instintivos es muy reducido, ubicado en medio de un mundo grande y poderoso que deberá, tarde o temprano, reducir a ruinas nuestro mundo privado. A menos que podamos ampliar de tal manera nuestros intereses que incluyan la totalidad del mundo exterior, permaneceremos como en una guarnición de una fortaleza sitiada, sabiendo que el enemigo nos impide la escapatoria y que la rendición final es inevitable. En tal vida no hay paz, sino la lucha constante entre el deseo insistente y la impotencia de la voluntad. De una forma u otra, si queremos una vida maravillosa y libre, debemos escapar a esta prisión y a esta lucha.

Una forma de escapar es por medio de la contemplación filosófica. La contemplación filosófica no divide, en su forma más amplia, el universo en dos territorios hostiles – amigos y enemigos, útil e inútil, bueno y malo – sino que ve el todo imparcialmente. La contemplación filosófica, cuando no está contaminada, no apunta a la prueba de que el resto del universo es semejante al hombre. Toda adquisición de conocimiento es una ampliación del Yo, pero esta ampliación se consigue mejor cuando no es buscada directamente. Se obtiene cuando el deseo de conocimiento se opera por sí, por medio del estudio que no de- sea por adelantado, que sus objetos tengan tales y tales características, mas que se adapte el Yo a las características que encuentre en sus objetos. Esta ampliación del Yo no se obtiene cuando, tomando al Yo por lo que es, tratamos de mostrar que el mundo es tan similar a este Yo que el conocimiento de él es posible sin ninguna admisión de lo que parece extraño. El deseo por probar esto es una forma de auto-afirmación y, como toda auto- afirmación, es un obstáculo al crecimiento del Yo que desea y sabe de lo que es capaz. La auto-afirmación, en la especulación filosófica como en cualquier otra parte, ve al mundo como el medio de su propio fin; de esta manera reduce al mundo a tener menor importancia que el Yo, y el Yo así instala barreras a la grandeza de sus bienes. En la contemplación, por el contrario, empezamos del no-Yo y a través de su grandeza los límites del Yo son ampliados; a través de la infinitud del universo la mente que lo contempla alcanza a compartir algo de esta infinitud.

(…) El conocimiento es una forma de unión entre el Yo y el no- Yo; como toda unión, es perjudicada si se le quiere dominar, y por lo tanto se le perjudica por cualquier intento para forzar al universo a conformarse con lo que hay en nosotros. Existe una muy difundida tendencia filosófica hacia la visión que nos dice que el Hombre es la medida de todas las cosas, que la verdad es artificial, que el espacio y el tiempo y el mundo de los universales son propiedades de la mente, y que, si hay algo que no ha sido creado por la mente, no puede sernos cognoscible y no podemos dar cuenta de él. Este punto de vista, si nuestras discusiones previas fueron acertadas, no es verdad; pero además de su irrealidad, tiene el efecto de robar a la contemplación filosófica todo lo que de ella vale, ya que encadena la contemplación al Yo. Lo que llama por conocimiento no es la unión con el no-Yo, mas un juego de prejuicios, hábitos y deseos, interponiendo un velo impenetrable entre nosotros y el mundo más allá. El hombre que encuentre placer en tal teoría del conocimiento, es como el hombre que nunca abandona el círculo doméstico por temor a descubrir que su palabra puede ser que no sea la ley.

La verdadera contemplación filosófica, en cambio, encuentra satisfacción en cada ampliación del no-Yo, en todo lo que magnifique a los objetos contemplados y por lo tanto al sujeto que contempla. Todo, en la contemplación, que es personal o privado, todo lo que dependa de los hábitos, del interés propio, o deseo, distorsiona al objeto, y así imposibilita la unión que el intelecto busca. Así al interponer una barrera entre el sujeto y el objeto, dichas cosas personales y privadas se convierten en una prisión para el intelecto. El intelecto libre podrá ver de la forma en que Dios ve, sin un aquí y ahora, sin esperanzas ni miedos, sin las trabas de las creencias comunes y prejuicios tradicionales, con calma, sin apasionamientos, con el único y exclusivo deseo de conocimiento – el conocimiento es impersonal, es puramente contemplativo, como es posible a un hombre tener. Es así como también el libre intelecto valorará más lo abstracto y al conocimiento universal en donde los accidentes de la historia privada no tienen cabida, que el conocimiento obtenido por los sentidos, y dependientes, como tal conocimiento debe ser, sobre un punto de vista exclusivo y personal y de un cuerpo cuyos órganos sensoriales distorsionan tanto como revelan.

La mente que se ha acostumbrado a la libertad e imparcialidad de la contemplación filosófica preservará algo de la misma libertad e imparcialidad en el mundo de la acción y la emoción. Verá sus propósitos y deseos como parte de un todo, con la ausencia de la insistencia en que esos resultados deben ser vistos como fragmentos infinitesimales en un mundo en donde lo demás permanece sin afectación por cualquier acción del hombre. La imparcialidad que, en la contemplación, es el deseo de la verdad sin contaminación, es la misma cualidad de la mente que, en acción, es justicia, y en emoción es ese amor universal que puede ser dado a todos, y no sólo a aquellos que son juzgados como útiles o admirables. Así la contemplación amplía no sólo los objetos de nuestros pensamientos, sino también los objetos de nuestras acciones y afectos: nos hace ciudadanos del universo, no sólo de una ciudad amurallada en guerra con los demás. En esta ciudadanía del universo consiste la verdadera libertad del hombre, y su liberación de la esclavitud de las estrechas esperanzas y miedos.

Así, para sumar a nuestra discusión sobre el valor de la filosofía, la Filosofía debe ser estudiada, no en nombre de cualquier respuesta definitiva a sus preguntas, ya que ninguna respuesta definitiva puede, como regla, ser conocida como verdadera, sino en nombre de las preguntas en sí mismas; porque estas preguntas amplían nuestra concepción de lo que es posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que encierra a la mente y la previene de la especulación; pero más que nada porque, a través de la grandeza del universo que contempla la filosofía, la mente también participa de esa grandeza y se hace capaz de esa unión con el universo que constituye su más alto bien. “

(Russell, B. – Los problemas de la filosofía. Fragmento capítulo 15.)

 

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Los enlaces situados a continuación corresponden a una grabación mecánica (Loquendo) en mp3 de la obra de Bertrand Russel, «Los problemas de la filosofía» (1912) en traducción de Enrique Boeneker Méndez (Duración total del audiolibro 4,25 horas).

Se acompaña la audición con el texto en pdf, y otra traducción cuyo autor no conocemos, pero muy correctamente hecha y que tiene la virtud de tener las lineas numeradas.

Entiendo que su difusión es libre. No obstante esta grabación, al igual que las otras de este blog, está dedicada exclusivamente a aquellas personas que padecen una minusvalía o impedimento físico que no les permite disfrutar de la obra en papel (por lo que si usted no se ajusta a este perfil no debe oír ni realizar las descargas ni compartir este enlace).

¡Ojalá disfruten y aprendan con esta obra tanto o más que yo!.

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Una petición.

quienes crean que este proyecto es en si mismo algo valioso, y quieran y puedan colaborar económicamente, les ruego que contribuya a fin de que el tiempo invertido en esta tarea sea, a la larga, un esfuerzo sostenible.

¡Gracias a tod@s!                              donate-button

 

Para DESCARGAR, pinchar en el link AZUL :

BERTRAND RUSSELL – LOS PROBLEMAS DE LA FILOSOFIA (1912)

Los dilemas de la economía española – Juan Torres

«Los dilemas de la economía española»

Conferencia de JUAN TORRES (Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla) realizada el martes 10 de mayo en el Salón de Actos de CCOO en Valencia.

AUDIO COMPLETO disponible en https://www.ivoox.com/11543419

MOSLER, Warren – Los SIETE FRAUDES INOCENTES CAPITALES de la política económica

SEMINARIO DE LECTURA

Actividad presencial en VALENCIA

 

INFORMACION E INSCRIPCIÓN:  jnegroasensio@gmail.com

 

DURACION: 16-20 horas (8-10 sesiones) (dependiendo del ritmo de cada grupo) en sesiones de dos horas semanales, en día y horario a pactar con el grupo.

 

OBJETIVOS:

Realizar una lectura completa, llana, literal, no erudita, de la obra de MOSLER, Warren – Los SIETE FRAUDES INOCENTES CAPITALES con el fin de comprender y discutir colectivamente los principios básicos de la Teoría Monetaria Moderna, el significado y trascendencia del concepto Soberanía Monetaria (y con él, los de Riqueza, Gasto, Déficit, Deuda, Impuestos, Seguridad Social, Ahorro, Desempleo, Pleno Empleo, Trabajo Garantizado, Renta Básica…), y los límites y posibilidades de la «política económica», dentro y fuera del Euro.

Obra disponible en PDF en http://www.attac.es/wp-content/uploads/2015/03/7-Fraudes-inocentes-capitales.pdf

¡Bienvenid@s a tod@s!

 

Leyendo El Capital: una reflexión para el siglo XXI.

Charla sobre la vigencia y pertinencia de una lectura profunda de El Capital de K. Marx, ante los conflictos a que nos enfrenta el siglo XXI.

Fecha: 18 de noviembre de 2015. 19h.
Lugar: Facultad de Historia de la Universidad de Valencia. Aula F1.1.

– Video completo de la charla: https://youtu.be/b0NDo5AXahs
– Debate final: https://youtu.be/xURHtybxO5Q
– Power Point de la presentación: http://1drv.ms/1NgfXO1

– Presentación del ciclo de conferencias por Jose Antonio Benzal: https://youtu.be/3BfegkQkgjo

Reportaje fotográfico: http://1drv.ms/1QA3yVF

Este acto inicia el ciclo de conferencias y cineforum que el sindicato de estudiantes Acontracorrent y Frente Civico Somos Mayoría han organizado para el curso 2015-16 bajo el título

COMPRENDER EL MUNDO, CONSTRUIR LA ALTERNATIVA.

Abordando asuntos como las bases para un nuevo contrato social, la geopolítica de Oriente Medio, los procesos constituyentes en América Latina, Rusia, la democracia económica, la subversión feminista de la economía y la gran transición geopolítica, este Seminario de Formación Crítica contará también con las ponencias de

– Yayo Herrero
– Nazanín Armanian
– Rubén Martínez
– Antonio Fernández Ortín
– Armando Fernández Steinko
– Manuel Monereo y Héctor Illueca.

Acceso libre y gratuito.

¡ Estáis to@s invitad@s !

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COMPRENDER EL MUNDO. CONSTRUIR LA ALTERNATIVA

El programa de 8 módulos se cursa durante 9 meses entre noviembre de 2015 y junio de 2016, a razón de un modulo cada mes. Los textos íntegros de las ponencias presentadas en el Seminario se publicarán en forma de libro en el momento de su finalización, editado por El Viejo Topo.

Descripción.

La profundidad de la crisis actual exige una explicación sistemática que aclare la raíz común de todos los males que padece nuestra sociedad: financieros, económicos, ecológicos, sociales, geopolíticos. Las explicaciones divulgadas por los medios de comunicación tienden a centrarse en los aspectos económicos y financieros, aislándolos de otros factores y otorgándoles una prioridad absoluta. Sin embargo, la crisis es muy profunda y tiene múltiples dimensiones, incluyendo fenómenos no estrictamente económicos como el cambio climático, las carencias de cuidado o el vaciado de la democracia. La extendida intuición que señala al capitalismo principal culpable de la crisis es acertada, pero insuficiente.

En efecto, el pensamiento de Karl Marx constituye un buen punto de partida para comprender la sociedad que nos rodea, pero debe enriquecerse con otros enfoques como el feminismo, el pos-colonialismo o el ecologismo, que iluminan nuevas configuraciones de los conflictos sociales generados en torno a la naturaleza, la reproducción social y el poder político, sobre nuevos ejes de desigualdad: la nacionalidad-raza-etnia, la religión, la sexualidad, la clase social. Estas ideas deben incorporarse al debate actual sobre el capitalismo, caracterizándolo como un sistema social basado en la propiedad privada y la acumulación autoexpansiva, cuya viabilidad depende de la existencia de condiciones de fondo relacionadas con la reproducción social, la ecología de la Tierra y el poder político. En definitiva, para comprender el capitalismo debemos conectar la perspectiva de Marx con el enfoque feminista, ecologista y geopolítico.

La construcción de la alternativa es una tarea difícil que exige superar innumerables barreras políticas, sociales y culturales, recreando un nuevo imaginario rebelde y emancipador que abogue por la transformación del orden social imperante. Desde este punto de vista, resulta imprescindible esclarecer las relaciones entre las distintas luchas sociales y favorecer la cooperación entre las mismas, en la perspectiva de la unidad de todas las corrientes progresistas en un mismo bloque anti-sistémico. La expropiación de los trabajadores, la dominación de género y el atropello de la naturaleza constituyen importantes focos de conflicto en la sociedad capitalista y pueden convertirse en luchas unitarias por objetivos globales. Si se concibieran a sí mismas de este modo, las personas y grupos que protagonizan las luchas emancipadoras pudieran cooperar y unirse, aunando sus esfuerzos en una misma ola emancipadora.

Contenido.

Módulo 1 Leyendo El capital: una reflexión para el siglo XXIJorge Negro
Contenido Karl Marx fue capaz de entablar un diálogo fluido con el pensamiento de la Ilustración y ofrecer una interpretación integradora del capitalismo que entronca con la tradición republicana de los filósofos clásicos. El filósofo de Tréveris dedicó su trabajo de investigación más importante, El capital, a estudiar las leyes que sustentan el sistema de producción capitalista, basado en la existencia de dos clases antagónicas: la de los capitalistas propietarios y la de los trabajadores asalariados. Al hacerlo, Marx descubre que la explotación de unos hombres sobre otros requiere la erradicación previa de cualquier posibilidad de independencia civil para la inmensa mayoría de la población, advirtiendo la existencia de una radical incompatibilidad entre el capitalismo y los ideales de la Ilustración.
Módulo 2 Mejor con menos: bases para un nuevo contrato socialYayo Herrero
Contenido Las sociedades capitalistas se han construido de espaldas a las bases materiales que sostienen la vida. Construida sobre cimientos patriarcales, antropocéntricos y depredadores, la organización de nuestras sociedades amenaza con provocar un verdadero colapso ecológico y humano. La vida humana depende de la biosfera y también de la cantidad enorme de trabajo y energía que supone ocuparse de los cuerpos vulnerables. Las sinergias entre dos visiones heterodoxas de la economía, la ecológica y la feminista, contribuyen a alumbrar otro paradigma que sitúe el bienestar para todas las personas y la conservación de la vida humana y natural en el centro del interés. Se trata de sentar otras bases que permitan reconstruir los vínculos entre humanos y establecer otras relaciones con la naturaleza, como tarea insoslayable si queremos seguir viviendo con cierta seguridad en este planeta. 
Módulo 3 Geopolítica de Oriente Medio: crisis y desafíosNazanín Armanian
Contenido El panorama que se dibuja hoy en Oriente Medio no puede ser más desolador: tanto Libia como Yemen, Iraq o Siria son víctimas de una estrategia diseñada por EEUU que pretende convertir la región en una sucesión de Estados fallidos inevitablemente sometidos al orden neoliberal globalizado. Y para ello las grandes potencias occidentales no han dudado en servirse del yihadismo y de organizaciones islámicas radicales, como los Hermanos Musulmanes y sus aliados, cuya máxima pretensión es establecer en la región regímenes teocráticos, sin cuestionar nunca su supeditación económica y geoestratégica al capitalismo mundializado. Las sucesivas guerras, las cuestiones petrolíferas o las contradicciones del desarrollo económico son sólo algunas de las heridas que laceran la cuna de la civilización europea.
Módulo 4 Cambio político y procesos constituyentes en América LatinaRuben Martínez
Contenido América Latina fue el primer escenario donde se implantaron las políticas neoliberales. Chile sirvió de ensayo, antes que el gobierno de Thatcher las aplicara en el Reino Unido. Pero también fue la primera región del mundo en alumbrar un movimiento de rechazo a esas políticas, que sólo sirvieron para aumentar la pobreza, incrementar las desigualdades sociales, destruir el medioambiente y debilitar a los movimientos obreros y populares. Fue en América Latina donde comenzó el repunte de las fuerzas progresistas y de izquierda después del derrumbe del socialismo en la URSS. En un primer momento fueron luchas de resistencia frente a las políticas neoliberales, pero después de unos años se pasó a la ofensiva, a la conquista de espacios de poder condicionados por las grandes limitaciones que sufren los gobiernos que impulsan los cambios.
Módulo 5 Punto de inflexión: Rusia en el arranque del siglo XXIAntonio Fernández Ortiz
Contenido El objetivo principal de la guerra fría fue la destrucción de la URSS. Esta destrucción se concretó, entre otras cosas, en la desaparición del Estado soviético en diciembre de 1991. Sin embargo, para Occidente Rusia sigue siendo, incluso en su configuración actual, demasiado peligrosa, pues conserva muchos de los atributos de una gran potencia capaz de poder hacer frente a la política expansionista de Estados Unidos. Un posible, aunque improbable, cambio político en Rusia daría lugar a la reaparición de un antagonista, de un segundo polo que Occidente no está dispuesto a consentir. La desaparición de Rusia y su neutralización como núcleo antagonista aparecen como objetivos prioritarios de las potencias occidentales en los conflictos de Georgia y Ucrania, cuyas consecuencias geopolíticas son difíciles de predecir.
Módulo 6 Democracia económica, núcleo de una estrategia anticapitalistaArmando Fernández Steinko
Contenido La implantación de otro sistema económico tendrá inevitablemente que abordar la cuestión de la democracia económica para que los productores puedan influir en el rumbo de la economía y sigan siendo ciudadanos en el espacio donde desarrollan su trabajo, garantizando de este modo la propia democracia política. Se trata, en definitiva, de abrir a la participación ciudadana la regulación general de la economía, alterando las relaciones de poder que caracterizan al capitalismo y posibilitando la instauración de un orden económico y social verdaderamente solidario. Así concebida, la democracia económica evoca un socialismo con planificación descentralizada y participación en el trabajo, erigiéndose como una alternativa al capitalismo portadora de una mayor eficacia económica y garante de una mayor igualdad, libertad y de un trabajo con sentido.
Módulo 7 Subversión feminista de la economíaAmaia Pérez Orozco
Contenido El sostenimiento de la vida sigue estando privatizado, invisibilizado, feminizado. La economía feminista estudia y detalla las bases de un sistema injusto e inviable, fundado en la division sexual del trabajo y el expolio del planeta. Su propósito consiste en mirar «más acá» de los mitos del desarrollo (crecimiento ilimitado), la riqueza (acumulación de capital) y el trabajo (limitado al trabajo asalariado) y a la vez dar cuenta de las tareas, redes y sujetos económicos que, material y cotidianamente, garantizan que la vida siga adelante. En este momento de tránsito, en el que el Estado del bienestar se ha escorado hacia los mercados, es urgente discutir, radical y democráticamente, qué vida creemos digna de ser vivida y cómo podemos organizarnos para sostenerla de forma colectiva.
Módulo 8 La gran transición geopolíticaManuel Monereo y Héctor Illueca
Contenido La crisis, su duración e intensidad están relacionadas con el mantenimiento de la hegemonía de EE. UU. en el mundo. Ahora bien, la decadencia norteamericana no necesariamente significa colapso y mucho menos hundimiento. Una potencia como la norteamericana intentará siempre hacer prevalecer política y militarmente lo que ya no puede hacer económicamente. Por ello, la emergencia de China, India o Rusia anticipa cambios radicales que, tarde o temprano, terminarán teniendo consecuencias geopolíticas y que inauguran una larga etapa de crisis y seguramente de guerras. Pensar la decadencia de Estados Unidos, sumada al agravamiento de los problemas medioambientales y de las desigualdades en un mundo en crisis, requiere mucha lucidez y una importante capacidad de intervención de los pueblos.

 CRONOGRAMA

Fecha

Hora

Actividad

Docente

18/11/2015

19:00

Leyendo El capital: una reflexión para el siglo XXI Jorge Negro

01/12/2015

19:00

Mejor con menos: bases para un nuevo contrato social Yayo Herrero

04/02/2016

19:00

Geopolítica de Oriente Medio: crisis y desafíos Nazanín Armanian

18/02/2016

19:00

Cambio político y procesos constituyentes en América Latina Rubén Martínez

31/03/2016

19:00

Punto de inflexión: Rusia en el arranque del siglo XXI Antonio Fernández Ortiz

19/04/2016

19:00

Subversión feminista de la economía Amaia Pérez Orozco

17/05/2016

19:00

Democracia económica, núcleo de una estrategia anticapitalista Armando Fernández Steinko

14/06/2016

19:00

La gran transición geopolítica Manuel Monereo y Héctor Illueca

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PONENTES 

AMAIA PÉREZ OROZCO: Doctora en economía por la Universidad Complutense de Madrid, imparte clases sobre género y economía en diversos estudios de posgrado. Ha trabajado como investigadora del Instituto Internacional de Investigación y Capacitación de la ONU para la Promoción de la Mujer y participa activamente en movimientos sociales. Está especializada en el análisis de lo que, a su juicio, supone una crisis civilizatoria multidimensional que va más allá del colapso financiero, y en la investigación sobre las respuestas que puede dar el feminismo a esta crisis poniendo a los cuidados en el centro. Entre otras obras, es autora de Perspectivas Feministas en torno a la Economía: el caso de los cuidados (2006) y Subversión feminista de la economía (2014), una reflexión sobre la economía feminista en la que se analizan las bases de un sistema injusto e inviable, fundado en la division sexual del trabajo y el expolio del planeta.

RUBÉN MARTÍNEZ: Doctor en Derecho por la Universidad de Valencia, en la actualidad es Profesor de Derecho Constitucional en el Departamento de Derecho Constitucional y Ciencia Política. Realizó estudios postdoctorales en la Universidad Federico II de Nápoles y es consultor en Derecho Constitucional en la Universitat Oberta de Catalunya. Entre sus líneas de investigación destaca especialmente el análisis de la legitimidad democrática, lo que le ha llevado a estudiar las condiciones democráticas de instituciones como el Ministerio Fiscal o el Banco Central Europeo. También ha centrado su interés en los procesos constituyentes, principalmente latinoamericanos. Es autor de numerosos artículos y monografías, entre los que cabe destacar Aspectos constitucionales del Ministerio Fiscal (1999), Cambio político y proceso constituyente en Venezuela (2000), La independencia del Banco Central Europeo (2005) o Democracia, participación y voto electrónico (2007). Ha trabajado activamente en organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional y formó parte de la campaña estatal que derogó la pena de muerte en el Código Penal Militar.

MANUEL MONEREO PÉREZ: Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada y Doctor en Ciencias Políticas, es miembro del Centro de Estudios Políticos y Sociales y ex-director de la Fundación de Investigaciones Marxistas. Ha dirigido, coordinado y participado en numerosas publicaciones y revistas, entre ellas «El Viejo Topo», «Mundo Obrero» o «Utopías: Nuestra Bandera». Si en el horizonte intelectual de Manuel Monereo caben todos los grandes pensadores de la política, en sus reflexiones ocupan un lugar destacado figuras centrales del pensamiento marxista como Mariátegui, el Ché o Antonio Gramsci. Militante histórico del Partido Comunista de España, es también uno de los impulsores del Frente Cívico Somos Mayoría, un proyecto impulsado por Julio Anguita que persigue el ambicioso reto de convertir a la mayoría social en una mayoría consciente de sí misma y de su fuerza organizada, involucrando a la ciudadanía en un proceso de cambio social, político y económico.

NAZANIN ARMANIAN: Profesora de Relaciones Internacionales en la UNED y Licenciada en Ciencias Políticas, ha impartido numerosos cursos en el ámbito universitario sobre el mundo islámico y la actualidad de Oriente Medio. Traductora jurada de persa/farsi al español, sus principales áreas de investigación versan sobre el mundo islámico, el islam político, la geopolítica de Oriente Medio y el Norte de África y los derechos de las mujeres. En sus artículos, libros y conferencias desmitifica la situación de las mujeres en el mundo árabo-musulmán y denuncia el auge del fundamentalismo en todas las religiones. Entre sus principales publicaciones destacan Irak, Afganistán e Irán: 40 respuestas al conflicto de Oriente Próximo (2007), Irán, la revolución constante (2012) y El Islam sin velo (2009). Colabora en diversos medios de comunicación y mantiene una columna semanal en su blog Punto y Seguido, en el diario Público.

HÉCTOR ILLUECA: Doctor en Derecho por la Universidad de Valencia e Inspector de Trabajo y Seguridad Social desde 2004. Participante habitual en sistemas extrajudiciales de solución de conflictos laborales, ha sido Árbitro en materia de elecciones sindicales durante los años 2005-2009. Ha impartido numerosos cursos y seminarios sobre diferentes materias vinculadas al ámbito de los derechos sociales y políticas públicas y es coautor del libro El huracán neoliberal: una reforma laboral contra el Trabajo (2012), que estudia críticamente los cambios percibidos en la configuración del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social desde la irrupción del neoliberalismo. De amplia formación intelectual, es un destacado especialista en el estudio del fenómeno de la descentralización productiva y su impacto en el sistema relaciones laborales, destacando su reciente obra Descentralización productiva y prevención de riesgos laborales en las obras de construcción (2015). Articulista habitual en distintos medios, mantiene posiciones críticas sobre la desregulación del mercado de trabajo y la política económica neoliberal. En estos últimos tiempos, ha desarrollado una intensa actividad orientada a la presentación y consolidación del Frente Cívico Somos Mayoría.

ANTONIO FERNÁNDEZ ORTIZ: Licenciado en Historia y especialista en la URSS y Rusia. Ha publicado artículos en revistas rusas y españolas. Coautor de Kommunizm, evrokommunizm, sovetskii stroi (ITRK, 2000) y autor de Chechenia versus Rusia: el caos como tecnología de la contrarrevolución (El Viejo Topo, 2003). Ha realizado traducciones al español de autores y textos rusos, entre ellos: El libro blanco de Rusia. Las reformas neoliberales (1991-2004) (El Viejo Topo, 2007). En el campo de la narrativa es autor de varios relatos y cuentos cortos y de la novela Memorias de Espartania (Montesinos, 2008). Está estrechamente vinculado a Rusia desde el año 1992, cuando comenzó a realizar prolongadas estancias de estudio y trabajo en diferentes centros de investigación de este país. Reside en Moscú y vive a caballo entre esta ciudad y su Cieza natal.

JORGE NEGRO: Arquitecto técnico de profesión, durante más de 25 años ha procurado compaginar el trabajo dedicado a la construcción de obra pública y civil con una intensa actividad dedicada al estudio y el aprendizaje. Graduado en Filosofía por la Universidad de Valencia, también es Licenciado en Humanidades y Máster en Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria. En los últimos años ha centrado su actividad en profundizar, entre otros, en autores clásicos como Marx, Rousseau, Kelsen o Marvin Harris. Convencido de que no puede haber cambio sin el conocimiento de las claves de lo que acontece, considera que estos autores pueden resultar verdaderos “desveladores de las tripas o costillas del sistema”. En este sentido se ha propuesto la labor de divulgar su lectura entre el gran público, promoviendo y guiando lecturas colectivas, escribiendo textos de ayuda y grabando personalmente los textos en audiolibros para facilitar el acceso a las obras y su difusión entre personas con algún tipo de discapacidad visual. Profundo conocedor de El Capital, es miembro fundador del Frente Cívico y militante de Izquierda Unida.

YAYO HERRERO LÓPEZ: Ingeniera técnica agrícola, antropóloga y educadora social, en la actualidad es profesora-tutora de la Facultad de Pedagogía y de Antropología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Reconocida experta en materia de ecología social, gestión medioambiental y economía solidaria, participa activamente en Ecologistas en Acción y es miembro del consejo de redacción de la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, editada por el Centro de Investigación para la Paz. Ca. Además de su labor académica, colabora con distintos tipos de organizaciones e instituciones dando conferencias que en la medida de lo posible ayuden a concienciar a la ciudadanía de la necesidad de empoderarse para conseguir un mundo más justo e igualitario donde desaparezca todo tipo de discriminación, pero especialmente aquellas que sufren las mujeres por el simple hecho de serlo.

ARMANDO FERNÁNDEZ STEINKO: nacido en Madrid en 1960, es investigador, ensayista y profesor en la Universidad Complutense. Aparte de la agricultura ecológica, cultiva profesionalmente los campos de la historia, la sociología y la economía política. Autor de numerosos artículos sobre temas de sus varias especialidades académicas, sus publicaciones más recientes son Las pistas falsas del crimen organizado (2008) e Izquierda y Republicanismo. El salto a la refundación (2010), un llamamiento a la refundación de la izquierda para que asuma el protagonismo de un movimiento que impulse una salida a la crisis más grave que ha sufrido el capitalismo desde 1929. Es colaborador habitual de las revistas Sozialismus (Hamburgo) y El Viejo Topo (Barcelona).

Bibliografía.

ARMANIAN, N. y ZEIN, M. Irak, Afganistán e Irán: 40 respuestas al conflicto de Oriente Próximo. Madrid, Lengua de Trapo, 2007.

–       Irán, la revolución constante. Barcelona, Flor del Viento, 2012.

–       El Islam sin velo. Barcelona, Planeta, 2009.

ARRIGHI, G. Adam Smith en Pekín. Orígenes y fundamentos del siglo XXI. Madrid, Akal, 2007.

BELLAMY FOSTER, J. y MAGDOFF, F. La gran crisis financiera. Causas y consecuencias. México, D. F., Fondo de Cultura Económica, 2009.

FERNÁNDEZ ORTIZ, A. Chechenia versus Rusia. El caos como tecnología de la contrarrevolución. Barcelona, El Viejo Topo, 2003.

–       “33 Tesis sobre el proyecto soviético”. El Viejo Topo, 2002, núm. 160-161.

–       “El hombre, el Cosmos, la Ciencia y el bien. Los soportes éticos de la ciencia soviética”. Utopías, nuestra bandera, 2001, núm. 188.

–       “Entrevista a Alexandr Alexandrovich Zinoviev”. El Viejo Topo, 2001, núm. 154-155.

–       “Estalinismo, sociedad tradicional y sentimiento de revolución frustrada”. Utopías, nuestra bandera, 1996, núm. 168.

–       “Nuestra causa es justa, nosotros venceremos (Moscú, 9 de mayo de 1995)”, en CiezaDigital (http://www.enciezadigital.com/public/060406CausaJusta.pdf).

–       “Reflexiones sobre la naturaleza de la sociedad soviética. Necesidad de nuevos modelos de interpretación”, en CiezaDigital (http://www.enciezadigital.com/ public/ReflexionesnaturalezaURSS220306.pdf).

–       ¡Ve y lucha! Stalin a través de su círculo cercano. Barcelona, El Viejo Topo, 2012.

FERNÁNDEZ STEINKO, A. “Democracia económica, núcleo de una estrategia antineoliberal”, en Rebelión (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=161524).

–       “Democracia económica y legitimidad política”. Lan Harremanak, 2005, núm. 12.

–       Democracia en la empresa. Madrid, HOAC, 2000.

HERRERO, Y. “Bases para un nuevo contrato social. Defenderse del capitalismo y los capitalistas: un imperativo para la supervivencia”. Ecologista, 2014, núm. 83.

–       “Golpe de estado en la biosfera. Los ecosistemas al servicio del capital”. Investigaciones feministas, 2011, núm. 2.

–       “Menos para vivir mejor. Reflexiones sobre el necesario decrecimiento de la presión sobre los sistemas naturales”. Ecologista, 2010, núm. 64.

–       “Miradas ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible”. Revista de Economía Crítica, 2013, núm. 16.

–       “Propuestas ecofeministas para un sistema cargado de deudas”. Revista de Economía Crítica, 2011, núm. 13.

–       “Vivir bien con menos: ajustarse a los límites físicos con criterios de justicia”. Viento Sur, 2010, núm. 108.

ILLUECA, H. “Acumulación por desposesión en Europa”. Laberinto, 2015, núm. 44.

–       Prólogo al libro Por Europa y contra el sistema euro, de MONEREO, M. y LLOPIS, E. Barcelona, El Viejo topo, 2014.

–       Prólogo al libro Rebelión. Unión Europea, España Federal y Tercera República, de ANGUITA, J. Cieza, Alfaqueque, 2014.

ILLUECA, H. y GUAMÁN, A. El huracán neoliberal. Madrid, Sequitur, 2012.

–       “La Unión Europea: una nueva colonización”. El texto completo puede obtenerse en http://blogs.publico.es/dominiopublico-/8679/la-union-europea-una-nueva-colonizacion-parte-i/.

LAPAVITSAS, C. Crisis en la eurozona. Madrid, Capitán Swing, 2013.

MARTÍNEZ DALMAU, R. El proceso constituyente boliviano (2006-2008) en el marco del nuevo constitucionalismo latinoamericano. La Paz, Editorial Enlace, 2008.

–       Pluralidad y pueblos indígenas en las nuevas Constituciones latinoamericanas. En: AA. VV. (Dir.: Antonio Pigrau Solé) Pueblos indígenas, diversidad cultural y justicia ambiental. Un estudio de las nuevas Constituciones de Ecuador y Bolivia. Valencia, Tirant lo Blanch, 2013.

MARTÍNEZ DALMAU, R. y VICIANO PASTOR, R. Cambio político y proceso constituyente en Venezuela (1998-2000). Valencia, Tirant lo Blanch, 2001.

MONEREO, M. De la crisis a la revolución democrática. Barcelona, El Viejo Topo, 2013.

–       “La gran transición geopolítica”. El Viejo Topo, 2011, núm. 278.

–       Por Europa, contra el Euro. Barcelona, El Viejo Topo, 2014.

MONEREO, M. e ILLUECA, H. Por un nuevo proyecto de país. Barcelona, El Viejo Topo, 2015.

NAREDO, J. M. Raíces económicas del deterioro ecológico y social. Más allá de los dogmas. Madrid, Siglo XXI, 2010.

PÉREZ OROZCO, A. Subversión feminista de la economía. Madrid, Traficantes de Sueños, 2014.

–       “Amenaza tormenta: la crisis de los cuidados y la reorganización del sistema económico”. Revista de Economía Crítica, 2006, núm. 5.

–       “De vidas vivibles y producción imposible”, en Rebelión (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=144215).

–       “Diagnóstico de la crisis y respuestas desde la economía feminista”. Revista de Economía Crítica, 2010, núm. 9.

SAPIR, J. El nuevo siglo XXI. Del siglo americano al retorno de las naciones. Barcelona, El Viejo Topo, 2008.

Trabajo garantizado + Renta Básica + Reparto de trabajo.

Las tres caras de la misma moneda: las condiciones individuales para la emancipación de la clase trabajadora.

¿Las condiciones sociales?: muchas, pero muy sencillas. Eliminación del fraude fiscal, progresividad fiscal hasta límite confiscatorio (ingresos individuales máximos) igualando la renta de las empresas a la de las personas físicas, penalización impositiva a la economía especulativa, sacar del mercado los bienes estratégicos y de subsistencia que ponen en peligro la soberanía alimentaria, energética y tecnológica (energía, agua, minería, tierras de cultivo, alimentación, vivienda) incluidos sanidad, pensiones, educación y justicia. Y lógicamente, la investigación, a través de las universidades, pública y al servicio de la sociedad.

Y República, claro, república, federación territorial y municipalismo, qué tontería. Igualdad formal, salvo discriminación positiva que compense el desigual acceso a los recursos provocado por la desigualdad material. Imperio de la Ley, separación de poderes y libertad de información. Qué burgués y caduco suena todo, sin duda, ¡pero qué bajo hemos caído!

¿Se quiere? Se puede.

Ahhhh ¿Que todo o parte de «eso» puede ser «incompatible» con el «euro»…? Vaya. Pues el «euro» se lo tendrá que hacer mirar, es decir, si quiere estar al servicio de las personas o de su explotación. Esto y no aquello, es lo incompatible.

Solo nos queda saber si somos de «izquierdas» o de «derechas», de forma consecuente y sin vergüenza. Para todo lo demás, trabajo y pedagogía.

 

Valencia, 25 de abril de 2015

(https://www.facebook.com/yacumino/posts/10205443336176737)

El asalto neoliberal a las universidades ( Chomsky )

Os invito a leer y reflexionar detenidamente sobre el siguiente texto:

NOAM CHOMSKY: EL TRABAJO ACADÉMICO, EL ASALTO NEOLIBERAL A LAS UNIVERSIDADES Y CÓMO DEBERÍA SER LA EDUCACIÓN

No tiene desperdicio. Aunque en principio trate del «problema académico», como lo económico y lo político es transversal, no hay asunto que no toque y ate. Chomsky, una vez más, iluminando la caverna.

(…) «la contratación de trabajadores temporales se ha disparado en el período neoliberal, en la universidad estamos asistiendo al mismo fenómeno. La idea es dividir a la sociedad en dos grupos. A uno de los grupos se le llama a veces “plutonomía” (un palabro usado por Citibank cuando hacía publicidad entre sus inversores sobre la mejor forma de invertir fondos), el sector en la cúspide de una riqueza global pero concentrada sobre todo en sitios como los EEUU. El otro grupo, el resto de la población, es un “precariado”, gentes que viven una existencia precaria.

Esa idea asoma de vez en cuando de forma abierta. Así, por ejemplo, cuando Alan Greenspan testificó ante el Congreso en 1997 sobre las maravillas de la economía que estaba dirigiendo, dijo redondamente que una de las bases de su éxito económico era que estaba imponiendo lo que él mismo llamó “una mayor inseguridad en los trabajadores”. Si los trabajadores están más inseguros, eso es muy “sano” para la sociedad, porque si los trabajadores están inseguros, no exigirán aumentos salariales, no irán a la huelga, no reclamarán derechos sociales: servirán a sus amos tan donosa como pasivamente. Y eso es óptimo para la salud económica de las grandes empresas. En su día, a todo el mundo le pareció muy razonable el comentario de Greenspan, a juzgar por la falta de reacciones y los aplausos registrados. Bueno, pues transfieran eso a las universidades: ¿cómo conseguir una mayor “inseguridad” de los trabajadores? Esencialmente, no garantizándoles el empleo, manteniendo a la gente pendiente de un hilo que puede cortarse en cualquier momento, de manera que mejor que estén con la boca cerrada, acepten salarios ínfimos y hagan su trabajo; y si por ventura se les permite servir bajo tan miserables condiciones durante un año más, que se den con un canto en los dientes y no pidan más. Esa es la manera como se consiguen sociedades eficientes y sanas desde el punto de vista de las empresas. Y en la medida en que las universidades avanzan por la vía de un modelo de negocio empresarial, la precariedad es exactamente lo que se impone.»

(…)

«a comienzos de los 70, suscitaba mucha preocupación en todo el espectro político establecido el activismo de los 60, comúnmente conocidos como “la época de los líos”. Fue una “época de líos” porque el país se estaba civilizando [con las luchas por los derechos civiles], y eso siempre es peligroso. La gente se estaba politizando y se comprometía con la conquista de derechos para los grupos llamados “de intereses especiales”: las mujeres, los trabajadores, los campesinos, los jóvenes, los viejos, etc. Eso llevó a una grave reacción, conducida de forma prácticamente abierta. En el lado de la izquierda liberal del establishment, tenemos un libro llamado The Crisis of Democracy: Report on the Governability of Democracies to the Trilateral Commission, compilado por Michel Crozier, Samuel P. Huntington y Joji Watanuki (New York University Press, 1975) y patrocinado por la Comisión Trilateral una organización de liberales internacionalistas. Casi toda la administración Carter se reclutó entre sus filas. Estaban preocupados por lo que ellos llamaban la “crisis de la democracia” y que no dimanaba de otra cosa del exceso de democracia. En los 60 la población –los “intereses especiales” mencionados— presionaba para conquistar derechos dentro de la arena política, lo que se traducía en demasiada presión sobre el Estado: no podía ser. Había un interés especial que dejaban de lado, y es a saber: el del sector granempresarial; porque sus intereses coinciden con el “interés nacional”. Se supone que el sector graempresarial controla al Estado, de modo que no hay ni que hablar de sus intereses. Pero los “intereses especiales” causaban problemas, y estos caballeros llegaron a la conclusión de que “tenemos que tener más moderación en la democracia”: el público tenía que volver a ser pasivo y regresar a la apatía. De particular preocupación les resultaban las escuelas y las universidades, que, decían, no cumplían bien su tarea de “adoctrinar a los jóvenes” convenientemente: el activismo estudiantil –el movimiento de derechos civiles, el movimiento antibelicista, el movimiento feminista, los movimientos ambientalistas— probaba que los jóvenes no estaban correctamente adoctrinados.

Bien, ¿cómo adoctrinar a los jóvenes? Hay más de una forma. Una forma es cargarlos con deudas desesperadamente pesadas para sufragar sus estudios. La deuda es una trampa, especialmente la deuda estudiantil, que es enorme, mucho más grande que el volumen de deuda acumulada en las tarjetas de crédito. Es una trampa para el resto de su vida porque las leyes están diseñadas para que no puedan salir de ella. Si, digamos, una empresa incurre en demasiada deuda, puede declararse en quiebra. Pero si los estudiantes suspenden pagos, nunca podrán conseguir una tarjeta de la seguridad social. Es una técnica de disciplinamiento»

Para l@s despista@s adjunto el documento original de la Trilateral : The Crisis of Democracy: Report on the Governability of Democracies to the Trilateral Commission (1973). Todo un clásico. (Disponible en internet http://www.trilateral.org/download/file/TC_list_3-14(2).pdf ).

 

Acuerdo sobre la deuda externa alemana de 1953

Buen resumen de los Acuerdos de Londres de 1953 por los que se regula el pago de la deuda exterior de Alemania.

(Fuente: Historia y sociedad. http://lena-historiaysociedad.blogspot.com.es/2013/06/acuerdo-de-londres-de-1953-o-acuerdo.html?spref=fb)

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Acuerdo de Londres de 1953 o Acuerdo sobre la deuda externa alemana de 1953

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          Se conoce con este nombre al tratado o acuerdo que consistió en la quita o anulación de parte de la deuda alemana en un 62%, tanto las deudas contraídas en el período de entreguerras, como las deudas resultantes de la posguerra, por parte de 25 países acreedores. Tras las negociaciones, celebradas en Londres, entre el 27 de febrero y el 8 de agosto de 1953, el acuerdo recogía una quita sobre las deudas privadas alemanas, contraídas tanto en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial (22.600 millones de marcos), como la deuda de la posguerra estimada en 16.200 millones.
          Los acreedores de Alemania, tanto los que poseían más deuda (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) como otros muchos (Bélgica, Canadá, Ceilán, Dinamarca, Grecia, Irán, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Noruega, Pakistán, España, Suecia, Suiza, la Unión de Sudáfrica y Yugoslavia, entre otros) acordaron la anulación de la deuda en un 62,6% quedando pendiente de pago 14.500 millones de marcos (7.500 millones correspondientes a las deudas privadas contraídas antes de la guerra y 7.000 correspondientes a la posguerra).
         La Conferencia de Londres adoptó una solución comprensiva para abordar las deudas restantes de Alemania, relativas a dos partes constituyentes:
  • Préstamos que Alemania había tomado durante la República de Weimar para satisfacer los acuerdos de reparación del Tratado de Versalles de 1919, que ya habían sido aplazados dos veces y que posteriormente fueron en parte cancelados.
  • Préstamos que el gobierno federal había recibido de las potencias occidentales, especialmente de Estados Unidos, para financiar la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial.
         Para garantizar que la economía de Alemania occidental realmente se relanzara y constituyera un elemento estable y central en el bloque atlántico frente al bloque del Este, los aliados acreedores hicieron grandes concesiones a las autoridades y empresas alemanas, que fueron mucho más allá de la reducción de la deuda. Se partía del principio de que Alemania debía estar en condiciones de reembolsar la deuda manteniendo un alto nivel de crecimiento y una mejora de las condiciones de vida de la población. Pagar sin empobrecerse. Con este fin, los acreedores acordaron:
  1. Que Alemania reembolsara en su moneda nacional, el deutshe mark, lo esencial de la parte que se le reclamada. En forma marginal, reembolsara en divisas fuertes (dólares, francos suizos, libras esterlinas…).
  2. Que al comienzo de los años cincuenta, mientras el país todavía tenía una balanza comercial negativa (el valor de las importaciones es mayor que el de las exportaciones), las potencias acreedoras aceptaban que Alemania redujera sus importaciones puesto que podía producir muchos bienes que antes importaba. Al permitir que Alemania sustituyera importaciones por bienes de producción propia, los acreedores aceptaban reducir sus exportaciones hacia este país. En el período 1950-1951, el 41 % de las importaciones alemanas provenían del Reino Unido, de Francia y de Estados Unidos. Si se suma a esta cifra la parte de las importaciones provenientes de otros países acreedores participantes de la conferencia (Bélgica, Países Bajos, Suecia y Suiza), la suma total llegaba hasta el 66 %.
  3. Que los acreedores autorizaban que Alemania vendiera sus productos en el extranjero, estimulando incluso sus exportaciones, con el fin de conseguir una balanza comercial positiva. Estos diferentes elementos estaban consignados en la declaración antes mencionada. «La capacidad de pago de Alemania, a sus deudores privados y públicos, no significa sólo la capacidad de efectuar los pagos regularmente en marcos alemanes sin consecuencias inflacionarias, sino también que la economía del país pueda cubrir sus deudas teniendo en cuenta su balanza de pagos actual. 

El establecimiento de la capacidad de pago de Alemania requería hacer frente a ciertos problemas que eran:

  1. la futura capacidad productiva con una consideración particular sobre la capacida productiva de bienes exportables y la capacidad para la sustitución de importaciones;
  2. la posibilidad de vender mercaderías alemanas en el exterior;
  3. las probables condiciones de comercio en el futuro;
  4. las medidas fiscales y económicas internas necesarias para asegurar un superávit para exportar.
         En caso de litigio con los acreedores, en general, los tribunales alemanes eran competentes. Se dice, explícitamente, que, en ciertos casos, «los tribunales alemanes podrán rechazar la ejecución […] la decisión de un tribunal extranjero o de una instancia arbitral.» Es el caso, cuando «la ejecución de la decisión sería contraria al orden público», (p.12 del Acuerdo de Londres).
        Otro elemento muy importante, fue que el servicio de la deuda se fijaba en función de la capacidad de pago de la economía alemana, teniendo en cuenta los adelantos en la reconstrucción del país y los ingresos por exportación. Así, la relación entre servicio de la deuda e ingresos por exportación no debía superar el 5 %. Esto quiere decir que Alemania occidental no debía dedicar más de una vigésima parte de sus ingresos por exportación al pago de su deuda. En la práctica, Alemania no destinó jamás más del 4,2 % de estos ingresos al pago de la deuda (cifra alcanzada en 1959).
        Y otra medida excepcional fue la aplicación de una reducción drástica del tipo de interés, que osciló entre 0 % y 5 %.
Las potencias occidentales le brindaron a Alemania del Oeste una ofrenda de un enorme valor económico: el artículo 5 del acuerdo firmado en Londres postergaba el pago de las reparaciones y de las deudas de guerra —tanto de la primera como de la segunda guerra mundial— que la República Federal Alemana debía a los países ocupados, anexados o agredidos, así como a sus poblaciones.
         Finalmente, hay que tener en cuenta las donaciones en dólares de Estados Unidos a Alemania occidental: 1.173, 7 millones de dólares en el marco del Plan Marshall, entre el 3 de abril de 1948 y el 30 de junio de 1952 (o sea, cerca de 10.000 millones de dólares actuales). A los cuales se agregaban, por lo menos, 200 millones de dólares (cerca de 2.000 millones de dólares actuales), entre 1954 y 1961, principalmente a través de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID).
         Gracias a esas condiciones excepcionales, Alemania occidental se recuperó económicamente en forma muy rápida y terminó por absorber a Alemania del Este a comienzos de 1990. Y ahora, es por lejos, la economía más fuerte de Europa.
         El Acuerdo fue tan definitivo que por muchas décadas prácticamente no hubo discusión alguna, ni interna ni externa, acerca de la cuestión de la deuda nacional alemana.
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Consecuencias

  • La reducción de la deuda de la República Federal Alemana (RFA) fue clave para su rápida reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial; el crecimiento supuso el resurgimiento de Alemania como potencia mundial. El cumplimiento de las condiciones impuestas permitió a Alemania entrar en las instituciones económicas internacionales, como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y Organización Mundial del Comercio. Gracias a las distintas garantías del acuerdo y al generoso nivel de reducción de deuda, Alemania tuvo muy bajos indicadores de deuda pública y externa hasta la  recesión de los años setenta. Solo de los ochenta en adelante, primero debido a los costes de la reunificación y luego a la crisis financiera global de 2008, la relación deuda/PIB de Alemania se elevó hasta alrededor del 80%, donde todavía se mantiene hoy.
  • El acuerdo contribuyó de manera significativa al boom alemán de los cincuenta y los sesenta, así como a la rápida reconstrucción de un país tan devastado.

Finalización del pago de la deuda

El 3 de octubre de 2010 Alemania terminó de pagar la deuda pendiente según el acuerdo de Londres de 1953.

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Noticias sobre el Acuerdo de Londres de 27 de Febrero de 1953
[Paula Suárez Buitrón, Deuda externa, Juego de Intereses, Lecciones del acuerdo de Londres de 1953, Quito, Ecuador.]

El Acuerdo Trasatlántico

Los recortes en derechos sociales y libertades políticas forman parte de los requisitos de «convergencia» exigidos para el Acuerdo Trasatlantico.

«Europa» no es el enemigo, sin duda: es solo la herramienta con la que nos están machacando, gracias a nuestra ingenuidad e ignorancia, y con el apoyo entusiasta de los psicópatas, corruptos y cipayos locales.

Podemos estar en «contra» de Europa (de la misma idea o de su realidad), para reconfigurarla o para eliminarla, pero no podemos ignorarla. Es suicida. Desentendernos de ella, darle la espalda, es enterrar la cabeza para no ver el tren que se nos viene encima.

La batalla principal se debe librar aquí, sin duda, para quitarnos de encima a los mamporreros autóctonos. Pero el centro de mando está en Bruselas, y es allí donde se deciden las estrategias y se dan las órdenes a los sicarios: a nuestras espaldas, pero con nuestro dinero, con pólvora de rey, con nuestras vidas y futuro.

Más nos vale que no nos sea indiferente… aunque nos digan «populistas».

 

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A continuación adjunto un breve y clarificador artículo de Ignacio Ramonet al respecto:
http://www.attac.es/2014/03/01/peligro-acuerdo-transatlantico/

SEMINARIO DE LECTURA de EL CAPITAL de MARX (tomo I). En VALENCIA.

  • Lugar: Fundación de Estudios e Iniciativas Sociolaborales (FEIS) c/Serranos, 13 (46003 Valencia).
  • Duración: 80-120 horas (40-60 sesiones)
  • Fecha de Inicio: Jueves 30 de enero de 2014
  • Fecha de finalización: Mayo 2015
  • Periodicidad: Semanal, de 14hs a 16hs (2 h/sesión) (excluyendo festivos y vacaciones).
  • Inscripción: escribir a jnegroasensio@gmail.com indicando: nombre y apellidos, edad y formación/profesión (por las características de la actividad las plazas son limitadas, por lo que se ruega un compromiso firme, mantenido hasta el final)

Página en Facebook: SEMINARIO DE LECTURA de EL CAPITAL de MARX (tomo I). En VALENCIA. 

 

ESTRUCTURA Y CONTENIDO:

Modulo 1: Mercancía, dinero.
Duración 15 semanas (30/1 – 29/5).
Contenidos: Capítulos 00 a 04.

Módulo 2: Plusvalía, plusvalor absoluto y relativo. Salario.
Duración: 13 semanas (05/6 – 25/9).
Contenidos: Capítulos 05 a 20.

Módulo 3: El proceso de acumulación del capital. Acumulación originaria. Colonización.
Duración 12 semanas (02/10 – 18/12).
Contenidos: Capítulos 21 a 25.

 

OBJETIVOS:

Principal: Realizar una lectura completa de El Capital, llana, no erudita, literal, con el fin de entenderlo con la mayor profundidad que nos sea posible (sin sectarismo ni prejuicios de ningún tipo, ni a favor ni en contra) y reflexionar y discutir sobre su vigencia.

Secundarios:

  • Esbozar una visión general del marco histórico y filosófico en el que tiene lugar la publicación de El Capital y el escenario que describe (el fin del Antiguo Régimen, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial, el capitalismo industrial nacional, los períodos revolucionarios del siglo XIX, el liberalismo, el liberalismo doctrinario, los socialismos, el movimiento obrero).
  • Esbozar la evolución histórica posterior hasta nuestros días y tratar de entender el hilo conductor que nos trae desde entonces hasta hoy (el imperialismo, el comunismo, la revolución bolchevique, los fascismos, la Primera y Segunda Guerra Mundial, la descolonización, la caída del Muro de Berlín, la globalización, el capitalismo financiero globalizado…).
  • Todo clásico lo es por su capacidad para provocar múltiples relecturas: qué es lo que nos dice El Capital, 150 años después de su publicación.

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DESARROLLO:

El seminario consistirá en reuniones semanales de dos horas, moderadas por mi, en las que se irá leyendo y discutiendo, progresivamente y sin prisa, página a página, la totalidad de la obra hasta completarla. Nos detendremos cuantas veces sea necesaria para esclarecer los conceptos clave y procurar que todos alcancemos una comprensión lo más precisa posible de su contenido.

Cuando digo «comprensión precisa» no me refiero a interpretaciones más o menos «acertadas», dogmáticas o economicistas, de uno u otro signo (es decir, «lo que quiso decir» el autor), sino a su contenido literal («lo que dice», sin más). Lo que quiso decir, o lo que diga para nosotros, en un mundo en muchos aspectos radicalmente diferente 150 años después de haber sido escrito, es algo que cada uno deberá reflexionar para si a lo largo del seminario. Si el seminario es exitoso y somos capaces de mantener la participación activa hasta el final (el esfuerzo no será pequeño) esa última interpretación formará parte del debate final, y será la guinda que lo corone. Entretanto, en la medida de lo posible, procuraremos ceñirnos a la interpretación literal, y en todo caso comparando traducciones.

La obra no tiene desperdicio, es profunda y brillante. Y aunque todas sus parte son vitales, pues unos conceptos van construyendo y permitiendo la comprensión de otros, hay secciones que son más literarias (narrativas) que otras, resultando unas relativamente sencillas y atractivas y otras más difíciles y áridas. Por eso, habrá capítulos por los que pasemos con una simple lectura, y otros que requerirán mayor detenimiento (no solo por su estilo, sino por su complejidad, trascendencia, oscuridad de la traducción o simplemente por los debates que generen, que espero que sean muchos y acalorados).

En función del número, actitud, implicación y composición de los asistentes la dinámica podrá tener ligeras variaciones y diverso éxito:

  • Para cada sesión los asistentes deberán traer su propio texto, y ya leído u oído (según necesidad). Los participantes dispondrán desde el comienzo de los archivos pdf y mp3 de la obra completa. Eso nos permitiría una lectura ágil, deteniéndonos solo en lo fundamental y así tener tiempo para resolver dudas, esquematizar la obra y disfrutar de los debates que siempre son tan enriquecedores y nos ayudan a fijar las ideas.
  • Las obras de Galeano (Las venas abiertas de América Latina) y de Villarés-Bahamonde (El mundo contemporáneo. Siglos XIX y XX) por ejemplo, pueden ser importantes para colocar El Capital en su contexto (y a nosotros en el nuestro). La de Galeano es una obra de combate, pero extraordinariamente documentada, por lo que filtrando su vehemencia el contenido es magnífico e iluminador. El libro de los profesores Villarés y Bahamonde, por el contrario, es un manual de historia, pero muy bien escrito y estructurado, de modo que sitúa los hechos y permite tener las referencias adecuadas para interpretar los acontecimientos. Por eso, sería interesante y productivo que, de entre los participantes, algunos (voluntariamente, individualmente o en grupo) prepararan algunas exposiciones para los demás sobre temas puntuales e ilustrativos, como por ejemplo: la estructura de la propiedad de la tierra en la época feudal y su cambio en la modernidad y con la Revolución Industrial, el comercio mundial (esclavos, armas, suntuarios, materias primas), las diferencias entre el feudalismo continental o insular, las diferencias entre la Revolución Industrial continental o insular (o americana), el colonialismo, el origen del capital financiero, las guerras del opio, la colonización de la india, la alfabetización, los socialismos, en fin, otros mil etc. todos apasionantes e importantes y fuertemente relacionados con nosotros y con lo que nos pasa.
  • La actitud de los asistentes deberá ser en todo momento CRITICA. Eso no significa, como comúnmente se cree, que hay que ser crítico respecto de lo que los otros dicen, o de lo que dice el texto… Eso es impertinencia y no crítica. La actitud crítica lo es siempre para con uno mismo. Cuando uno quiere aprender, uno tiene que partir del «supuesto» de que (muy probablemente) una o muchas de nuestras ideas y fundamentos estén equivocados, o simplemente no abarcan la totalidad del problema, ignorando cuestiones importantes. Realmente, más que un supuesto debiera ser un axioma, ya que por definición nuestra visión del mundo siempre es fragmentaria. Todo objeto es poliédrico en muchos sentidos y no nos es posible acceder a todas sus caras, ni mucho menos simultáneamente. Por tanto una actitud crítica consiste en primer lugar en acceder al objeto de estudio con humildad, sabiendo que hay mucho que aprender y que nuestra visión siempre será limitada. Y en segundo lugar requiere aplicar en todo momento el PRINCIPIO DE CARIDAD INTERPRETATIVA, suponiendo que el texto, o nuestro interlocutor, es RACIONAL, y que tras sus palabras hay un SENTIDO que es importante para nosotros, y que queremos desentrañar. Sin el principio de caridad puede haber griterío, pero no una discusión ni mucho menos aprendizaje.
  • Si el tiempo lo permite, podremos invitar a especialistas externos al seminario (algún profesor, por ejemplo) para que nos de una charla sobre temas específicos, siempre ciñéndonos a los objetivos del seminario (El Capital y su contexto económico, histórico, filosófico y político).
  • El número de participantes no debería bajar de 5, ni ser mayor de 20 o 25. Con menos no habría debate, y con más lo transformaríamos en una clase… despersonalizada y aburrida. Para futuras ediciones haremos cuantos grupos sean necesarios, agrupando a los asistentes si es posible por afinidad formativa. El objeto del seminario es descubrir personalmente, cada uno de nosotros, «qué leemos» (y no qué «nos leen») y para ello tenemos que ser pocos (pero suficientes y disímiles) y en cercanía, como amigos, con una ambición común.
  • Esa ambición común debe ser la intelectual, y no otra. El objeto de este seminario NO es de carácter proselitista sino formativo. Por lo que incluso serán de agradecer visiones contrapuestas (siempre por supuesto fundamentadas, estructuradas y respetuosas) en las argumentaciones de los debates, que nos servirán a todos para tener una visión más amplia y libre de los problemas de que tratemos, y para medir y poner a prueba la fuerza de nuestras convicciones y argumentos. El acaloramiento no debería hacernos perder nunca de vista el objetivo y las formas del seminario: aprender (entender) asépticamente lo qué dice el libro y sus argumentos, enriquecerlo con el marco histórico, confrontarlo racionalmente con nuestros conocimientos y valores personales, … y ver si salimos de ese viaje igual que como hemos entrado, cosa que sinceramente dudo que ocurra y con lo que el seminario se podrá dar por concluido exitosamente.

¡Bienvenid@s a tod@s!

Kennedy . Lo que no se dice sobre su asesinato .

Lo que los medios españoles no dijeron sobre el asesinato del Presidente Kennedy

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 28 de noviembre de 2013

Este artículo critica la cobertura insuficiente de la realidad estadounidense por parte de la gran mayoría de medios de información españoles sobre acontecimientos en EEUU. El artículo analiza el asesinato del Presidente Kennedy, examinando el contexto político que lo configuró y mostrando información que no se ha presentado al público español.


La gran mentira de la sanidad privada en 8 gráficos

 

Excelente artículo de Alberto Sicilia (Principio Marsupia) que reproduzco íntegramente a continuación porque lo considero del mayor interés. (no obstante pinchando en el siguiente enlace puede accederse a la fuente original).

 

La gran mentira de la sanidad privada en 8 gráficos

Publicado por Alberto Sicilia el

 

 

“El mercado es más eficiente que el Estado gestionando la sanidad”. Desde que comenzó la crisis escucho cada vez más este argumento. Podríamos abrir un debate filosófico al respecto. Pero en realidad no hace falta: hay datos.

Entre los países ricos existen dos grandes grupos en cuanto a cobertura sanitaria: EEUU y el resto. La diferencia entre estos dos “universos” puede observarse bien en este primer gráfico.

¿Qué porcentaje de la población tiene garantizada la protección sanitaria a través de un programa público?

porcentaje-cubierta-publico

Antes de continuar, hagamos algunos matices importantes. En EEUU hay ciertos programas públicos: Medicare, Medicaid, Veteran Health Administration, etc. (de ahí el 27% del gráfico anterior). En el “resto del mundo” las formas de gestión sanitaria no son exactamente iguales. En algunos países el Estado emplea directamente a los médicos (Reino Unido, España), en otros países la mayoría de las consultas son privadas pero el Estado paga las facturas (Francia) y también existe el “modelo suizo” donde la gestión se deja en manos privadas pero el Estado regula muy fuertemente a las compañías (ningún ciudadano puede quedarse sin seguro sanitario y las familias pobres tienen subsidios para pagarlo).

Si el mercado es más eficiente que el Estado gestionando la sanidad privada, entonces en EEUU la sanidad será muy barata y en el resto de países muy cara, ¿no?

Ocurre todo lo contrario, los estadounidenses son quienes más dinero se gastan en su sanidad (linea negra del gráfico)

gasto-sanitario

Bueno, quizás en EEUU la sanidad sea muy cara, pero los resultados serán mucho mejores que en el resto de los países, ¿no?

Todo lo contrario. EEUU tiene los peores índices sanitarios entre los países ricos. Veamos por ejemplo su mortalidad infantil.

mortalidad-infantil

¿Y la esperanza de vida?

esperanza

Otro ejemplo: amputaciones de extremidades inferiores por diabetes.

amputacion-diabetes

Entonces se gastarán tanto porque van mucho más al médico que el resto del mundo, ¿no?

Que no, que no.

visitas-medicas

Bueno, pero siendo tan caro, seguro que las listas de espera no existen, ¿verdad?

Error.

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OECD, Health Care Data

En el país más rico y poderoso del planeta, más de un tercio de los enfermos no pueden seguir un tratamiento por problemas económicos.

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OECD Health Care Data

Cada vez que escucho que “el mercado libre el más eficiente que el Estado gestionando la sanidad” tengo una respuesta clara: mira los datos.

DILTHEY, W. La esencia de la filosofia ( pdf ) (Losada, BsAs, 1953. Int.E.Pucciarelli/Trad.E.Tabernig)

El enlace que sigue a continuación corresponde a la digitalización completa del libro de WILHELM DILTHEY, La esencia de la filosofía (Editorial Losada, Buenos Aires, 1953 ) incluyendo la extraordinaria introducción al planteamiento de Dilthey escrita por Eugenio Pucciarelli. Como han pasado más de 70 años desde que fuera escrito  en 1907 y desde la muerte de su autor en 1911, y más de 30 de la magnífica traducción Elsa Tabernig, entiendo que esta obra debe ser considerada como de dominio público y difusión libre.

Invito a la lectura de esta obra, clave para entender la evolución de la filosofía desde el siglo XIX al XX.

 

LINK:

DILTHEY – LA ESENCIA DE LA FILOSOFIA