Hombre, por intentarlo que no quede, pero reconozcamos que hay que ser un verdadero radical del optimismo.
La Generalitat retira la pensión a una anciana ingresada en un centro público.
Además le exige la devolución de 208 euros percibidos indebidamente desde que está ingresada. ¿Es ofensivo? No, lo que es ofensivo es la explicación: «El consejero de bienestar social, Josep Lluís Cleries, calificó este tipo de requerimientos de “molestos” pero apoyó la decisión del gobierno y advirtió que el matrimonio no tiene más opción que cumplir con la ley. »
Aqui, hace mucho que ya no hay nada que negociar.