El Institut d’Estudis Politics nos propone un debate sobre el modelo farmacéutico español, con la participación de dos reputados defensores de la sanidad pública:
– Felipe de la Fuente (farmacéutico y coautor del libro “De venta en farmacias”, Sine Qua Non, 2023), y
– Pedro Lorente (doctor en medicina y miembro de ACDESA Cs),
Y la moderación a cargo de nuestra querida amiga y compañera Lara Manyes Font, doctora en biología y profesora de farmacia en la UV.
Lugar: CM Rector Peset (Pza Horno de San Nicolas, 4 – Valencia)
Fecha: miércoles 17 de mayo, 19h
¡Para quitar el hipo! 🤓😅
(Emisión en streaming en https://bit.ly/salud-o-negocio )
Justificación:
La salud no debería ser un negocio, y todas deberíamos poder contar con una asistencia sanitaria alejada del beneficio empresarial.
En España todavía es posible acceder a una sanidad pública de cierta calidad, porque las profesionales que la integran, desde la primera celadora hasta la última médica especialista pasando por enfermeras, auxiliares, técnicas o administrativas, nos prestan su mejor atención sin tener que vendernos nada. Porque la sanidad pública no es una empresa; l a s a n i d a d pública es de todas.
¿Si? , ¿”toda” la sanidad es pública y de todas? Desgraciadamente no.
Una parte de la asistencia sanitaria básica, a la que todas vamos a tener que acudir en algún momento de nuestra vida, está al 100% en manos de empresas privadas: es la farmacia comunitaria.
Pero las oficinas de farmacia que nos suministran las medicinas son empresas privadas que trabajan dentro de la sanidad pública. Y, como toda empresa privada, buscan obtener un beneficio por su actividad. Ahí radica su diferencia con una empresa pública: mientras esta tiene por fin dar un servicio, aquellas tienen por fin obtener un rédito. Y como una empresa de farmacia obtiene su rédito de la venta de “medicamentos”, en la farmacia comunitaria no solo se encuentran medicamentos testados, eficaces y eficientes, sino una infinidad de productos que son vendidos a los pacientes, sin más virtud comprobada que su beneficio económico y su capacidad para adelgazarnos la cartera, desde productos adelgazantes a crecepelos, activadores de defensas o regeneradores de articulaciones…
¿Esta aberración ocurriría en una farmacia pública que “no” confundiera la salud con el beneficio empresarial? ¿Una gestión de farmacia tal sería viable en un estado moderno?
Institut d’Estudis Politics, 2023.
(Otros actos de la fundación en Youtube en https://www.youtube.com/playlist?list=PL_ZHJ2Gnvzh0r6PKTIdbZifpjwznXO_qG )