Los recortes en derechos sociales y libertades políticas forman parte de los requisitos de «convergencia» exigidos para el Acuerdo Trasatlantico.
«Europa» no es el enemigo, sin duda: es solo la herramienta con la que nos están machacando, gracias a nuestra ingenuidad e ignorancia, y con el apoyo entusiasta de los psicópatas, corruptos y cipayos locales.
Podemos estar en «contra» de Europa (de la misma idea o de su realidad), para reconfigurarla o para eliminarla, pero no podemos ignorarla. Es suicida. Desentendernos de ella, darle la espalda, es enterrar la cabeza para no ver el tren que se nos viene encima.
La batalla principal se debe librar aquí, sin duda, para quitarnos de encima a los mamporreros autóctonos. Pero el centro de mando está en Bruselas, y es allí donde se deciden las estrategias y se dan las órdenes a los sicarios: a nuestras espaldas, pero con nuestro dinero, con pólvora de rey, con nuestras vidas y futuro.
Más nos vale que no nos sea indiferente… aunque nos digan «populistas».
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A continuación adjunto un breve y clarificador artículo de Ignacio Ramonet al respecto:
http://www.attac.es/2014/03/01/peligro-acuerdo-transatlantico/